La genética y la eficiencia reproductiva son dos activos fundamentales en la rentabilidad de las ganaderías de vacuno. Seleccionar un toro probado garantiza la calidad genética de su descendencia y permite predecir su producción.
La producción bovina se divide en tres aptitudes principales; estas son las razas de mayor censo en España:
Producción de leche: la raza lechera por excelencia es la Holstein, pero hay otras populares como la Parda Alpina, la Fleckvieh o Simmental y la Menorquina, que es la única autóctona.
Producción de carne: lo más interesante es la conformación y el rendimiento productivo. Las principales razas de carne en España son la Limusina, la Asturiana de los Valles, la Charolesa, o la Rubia Gallega.
Ganado bravo: en este sistema la raza de lidia se mantiene en las dehesas, separando por lotes de vacas nodrizas, novillos y toros sementales, hasta que se seleccionan los destinados a la lidia.
Las razas de vacuno se clasifican según su origen y utilidad. Se pueden consultar en el Catálogo Oficial de Razas de Ganado de España, en el que encontramos estas categorías:
Las razas autóctonas son propias de nuestro territorio, están mejor adaptadas al medio, y gozan de protección administrativa para fomentar su cría, como el sello de calidad de raza autóctona. Algunas razas autóctonas se encuentran en peligro de extinción (Alistana-Sanabresa, Sayaguesa, Monchina, Serrana Negra) y otras se catalogan como razas de fomento, dado que su censo es mayor y están en expansión (Asturiana de los Valles, Avileña-Negra Ibérica, Morucha, Pirenaica, Parda de la Montaña, Rubia Gallega, o Retinta).
Las razas integradas son foráneas y proceden de la Unión Europea o países terceros, pero llevan largo tiempo desarrollando programas de cría en España y disponen de libros genealógicos.
En España contamos con una rica variedad de razas de ganado bovino. Estas son las que tienen un censo más numeroso:
Holstein: se ha sometido a una intensa selección genética y es una gran productora de leche. Sus características más distintivas son su capa a manchas blancas y negras, y su gran ubre bien implantada.
Limusina: es la raza cárnica más popular. Procede de Francia, es muy eficiente y prolífica y tiene una capa roja característica.
Charolesa: es otra raza de carne muy extendida y también de origen francés, de color blanco y buena conversión.
Asturiana de los Valles: procede de las cotas bajas de Asturias; es una raza ancha, buena productora de carne, de capa roja avellana. Tiene una línea genética que produce terneros de doble grupa o «culones».
Rubia Gallega: procedente de Galicia, tiene capa rubia o canela, buena conformación, alto rendimiento cárnico y es apreciada por la terneza de su carne.
Avileña-Negra ibérica: es una raza castellana con origen en las sierras del Sistema Central. Tiene capa negra y cuernos largos característicos. Se explota en el sistema de la dehesa y las sierras.
Las razas bovinas se encuentran por todo el mundo, son muy diversas y están adaptadas a sus regiones geográficas de origen, aunque se han sometido a la selección genética en favor de la producción.
Las razas de carne se pueden clasificar en varios grupos por su conformación y sistemas productivos:
Las razas británicas más populares son la Shorthorn, la Hereford y la Aberdeen Angus. Se crían en Europa, Estados Unidos y Sudamérica.
Las razas continentales europeas más características son la Charolesa, la Limusina o la Blonda de Aquitania.
Entre las razas de carne argentinas podemos encontrar la Criolla.
La Wagyu es una raza japonesa muy apreciada.
Los cebuínos, como el Brahman, se crían en muchas partes del mundo por su carne y su leche porque están muy bien adaptados al clima. Otras razas se crean por cruces entre cebuínos y ganado vacuno, como la Brangus, la Beefmaster o la Santa Gertrudis.
Las razas lecheras: la Holstein es la más productora, mientras que la Jersey, la Guernsey, la Parda Alpina, y la Fleckvieh tienen más porcentaje de grasa y proteína.