Las granjas modernas de rumiantes han logrado un alto nivel de tecnificación, se aproximan cada vez más a los modelos de ganadería sostenible, y se erigen como ejemplos de aplicación del modelo One Health, ya que contribuyen al control de las enfermedades infecciosas que suponen una amenaza para la salud colectiva.
La desinfección de las granjas es un paso clave para la eliminación de los microorganismos que causan enfermedades infecciosas en los animales, pero también en el entorno de la granja. La legislación en materia de sanidad animal, desde la emisión del Reglamento 2016/429 del Parlamento de la Unión Europea y del Consejo o Ley de Sanidad Animal, sumado a la normativa que se va actualizando sobre las enfermedades infecciosas, es cada vez más exigente, e incluye las medidas de desinfección.
Las enfermedades infecciosas de los rumiantes tienen un enorme impacto sobre las granjas:
Reducen la producción, tanto de leche como de carne.
Aumentan los costes de tratamientos y servicios veterinarios.
Causan bajas de animales por muertes y sacrificios.
Se reduce la rentabilidad de las explotaciones.
Suponen un riesgo de transmisión de enfermedades a otras granjas y son un peligro para la economía de la región basada en la ganadería.
Las enfermedades zoonóticas son peligrosas porque se transmiten a las personas.
Amenazan el bienestar animal.
Si no se controlan adecuadamente y se abusa de los medicamentos, contribuyen al desarrollo de resistencias a los antibióticos.
Por tanto, la aplicación de sistemas de desinfección eficaces es crucial para controlar estas enfermedades y evitar que se transmitan entre animales y entre granjas.
Las granjas deben implantar buenas medidas de bioseguridad para prevenir la entrada de infecciones que puedan causar un brote infeccioso de una enfermedad que no existe en la granja:
Controlando el origen sanitario de los nuevos animales que se introducen en la granja.
Reforzando el vallado para evitar la entrada de animales de fuera.
Evitando el contacto entre los animales de la granja y los animales silvestres, en especial cuando salen al pastoreo.
Desinfectando a fondo los vehículos de transporte, tanto los de ganado como los de materias primas que entran en la granja.
Cuidando la higiene del personal, sobre todo al manipular estiércol, restos de partos, leche, sobras de alimentos, y cualquier elemento que pueda ser una fuente de contaminación.
Aplicando protocolos de vacunación.
Durante el ordeño, se recomienda seguir las pautas de higiene del ordeño para lograr un buen control de la mastitis.
La desinfección de la granja se debe realizar a diario, aunque no todas las zonas se limpian y desinfectan de la misma manera.
La mayoría de los desinfectantes no tienen efecto si hay materia orgánica presente, por lo que el primer paso es realizar a diario una limpieza exhaustiva de las instalaciones (pasillos, zonas de descanso, salas de ordeño, cornadizas y comederos, etc.). Hay que retirar todos los restos de materia orgánica: estiércol, camas, leche, restos de alimento y otros restos como loquios, sangre, placentas y suciedad similar.
Muchas explotaciones utilizan sistemas automatizados de retirada del estiércol en los patios y los pasillos para facilitar la tarea (arrobaderas), mientras que otras tareas se realizan con el tractor o de forma manual.
Cada granja debe tener un protocolo personalizado de aplicación de desinfectantes dependiendo de las superficies a tratar, ya que hay multitud de tipos de productos químicos y cada uno tiene una forma óptima de aplicación:
Aerosoles.
Espumas.
Termonebulización.
Fumigación.
Calor.
Además, la aplicación de desinfectantes en las granjas está regulada y requiere formación y autorización, sobre todo para conocer las medidas de protección individual del operador, de los animales y del medio ambiente.
Los productos empleados para la desinfección de las granjas se clasifican en estos grupos. Cada uno tiene una aplicación específica.
Cal viva
Sosa cáustica
Productos a base de cloro (lejía):
Compuestos de yodo
Fenoles
Aldehídos
Compuestos de amonio cuaternario
Ácidos (peracético, periódico)