La ganadería sostenible es posible

La población mundial depende de la producción de la agricultura y la ganadería para subsistir y desarrollarse. La función principal de la ganadería es producir alimentos: en el caso de los rumiantes, leche y carne. La ganadería sostenible ofrece alimentos de alta calidad a la población, sin suponer una fuente de exceso de contaminantes ambientales ni degradar el entorno en el que desarrolla su actividad.

¿Qué es la sostenibilidad?

La población mundial ha aumentado en las últimas décadas hasta alcanzar los 8.000 millones de habitantes en noviembre de 2022. Uno de los principales retos al que nos enfrentamos es asegurar una alimentación completa, diaria, nutritiva y segura a todas las personas. Sin embargo, uno de los mayores problemas en el planeta es la desigualdad en el acceso a la alimentación, ya que hay más de 250 millones de personas que padecen hambre.

Superar este grave problema es el principal objetivo de la Organización de Naciones Unidas (ONU) con su programa Hambre Cero. Para conseguirlo, aparece el concepto de sostenibilidad, definida por la ONU en 1987 como «la capacidad de satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la habilidad de las futuras generaciones de satisfacer sus propias necesidades».

Es decir, la sostenibilidad se refiere a que debemos utilizar los recursos de forma razonable para alimentarnos y vivir con comodidad sin abusar de ellos, para que las siguientes generaciones también puedan beneficiarse de ellos.

La sostenibilidad se enfrenta a enormes dificultades para que se pueda aplicar en todos los ámbitos:

• El calentamiento global afecta el crecimiento de los cultivos y la aparición de plagas.

• Los conflictos bélicos influyen en los ciclos de los cultivos y el comercio internacional de los productos de las cosechas.

• La pandemia de Covid-19 ha sumado dificultades para sacar adelante las cosechas.

¿En qué consiste la ganadería sostenible?

Para que la ganadería sea sostenible, debe ser respetuosa con los recursos naturales y no degradar el medio ambiente. La ganadería de rumiantes contribuye en parte al calentamiento global por sus emisiones de gases, aunque también por su uso de fertilizantes, combustibles, y contribución a la acumulación de carbono en la atmósfera por los procesos de transporte. La ganadería sostenible cambia sus procedimientos para ser respetuosa con el medio ambiente, reduciendo al máximo su emisión de residuos, y mejorando su productividad para ser más eficiente.

Puntos clave para una ganadería sostenible

Para lograr una ganadería sostenible, es necesario seguir estos pasos clave:

• Asegurar un consumo de recursos óptimo y sin derroches (agua, materia prima para alimentar al ganado, combustibles). El origen de los insumos debería ser idealmente de origen local para reducir los costes y la contaminación que genera traerlos de largas distancias.

• Utilizar la energía de forma eficaz, a ser posible de fuentes renovables como la solar o la eólica.

• Maximizar la productividad para que las ganaderías sean rentables.

• Dimensionar de forma adecuada el tamaño de las explotaciones para minimizar su impacto sobre los suelos y permitir que estos se puedan regenerar adecuadamente.

• Abastecer los mercados locales, favoreciendo la economía de proximidad, ayudando a fijar población en el medio rural.

• Reciclaje de los desechos y reducir la contaminación, incluyendo las emisiones de purines.

• Favorecer las razas autóctonas por su rusticidad y capacidad de adaptarse al entorno.

• Emplear el manejo racional de los pastos.

Beneficios ambientales y económicos de la ganadería sostenible

La ganadería sostenible es beneficiosa para todos:

• Reduce la emisión de contaminantes al entorno. De esta manera, se puede continuar la actividad ganadera sin perjudicar a las siguientes generaciones.

• Es más competitiva, ya que aprovecha los recursos al máximo para lograr mayor producción con menos desperdicios.

• Cuenta con subvenciones para fomentar la inversión de medidas que impulsen la sostenibilidad y la eficiencia.

• Está mejor percibida por los consumidores.

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