La hiperqueratosis es un conjunto de enfermedades de la piel de los rumiantes, que se producen por la acción de agentes que dañan la capa más externa, la epidermis. El resultado es un aumento del grosor y la pigmentación de la piel, con diversas consecuencias sobre la salud y la producción de los rumiantes.
La hiperqueratosis consiste en el aumento del grosor y de la pigmentación de la piel de los rumiantes. Puede aparecer en partes muy pequeñas de la piel, como en la punta o el canal de los pezones. Otras veces puede extenderse tanto que cubre áreas enormes, sobre todo las más expuestas al exterior, como el lomo. La piel afectada está más oscura. También se endurece y tiene un aspecto similar al cuero, o se forman verrugas.
La piel de los rumiantes es muy gruesa. Su parte más externa es la epidermis, que está formada por múltiples capas de células. La epidermis tiene una función protectora para evitar que se pierda agua, y que penetren microorganismos o sustancias tóxicas o dañinas.
Esta barrera protectora se forma gracias a la queratina, que es una proteína formada y secretada por parte de las células de la epidermis. Es muy resistente y aporta dureza: es el principal componente de los anejos de la piel, como el pelo y la lana, los cuernos y las pezuñas. Las células de la epidermis también fabrican melanina, que aporta color oscuro a la piel, el pelo y la lana, y los anejos.
La hiperqueratosis está causada por la acción de agentes que dañan la epidermis. Como respuesta, la epidermis se vuelve más gruesa, ya que las células de la epidermis se multiplican de forma masiva y secretan gran cantidad de queratina y melanina. Las causas más frecuentes de la hiperqueratosis se encuentran a continuación:
La hiperqueratosis es consecuencia de la acción de los agentes causantes, y forma parte de varias enfermedades que afectan a los rumiantes:
Las hiperqueratosis se tratan en función de las causas que las provocan: