El ciclo estral de la vaca es un proceso complejo en el que intervienen múltiples mecanismos fisiológicos y hormonales, que puedes descubrir en La gestación de la vaca es el motor de la explotación. En el presente artículo vamos a centrarnos en una de estas hormonas, la progesterona, y en cómo su administración en forma de dispositivo de progesterona intravaginal puede ayudar al rendimiento reproductivo de nuestra explotación.
Se trata de una hormona propia de las hembras de los animales, producida por el cuerpo lúteo de los mamíferos. El cuerpo lúteo es la estructura que queda en el ovario después de la ovulación, son los “restos” del folículo ovárico.
Son muchas, dependiendo de si el óvulo liberado es fecundado y se instaura la gestación o, por el contrario, la hembra no queda gestante:
Trascurridos 15-18 días desde la ovulación se produce la liberación de prostaglandina por parte del endometrio desencadenando la destrucción del cuerpo lúteo. Al dejar de producirse progesterona, los niveles de esta hormona en sangre caen rápidamente. Entonces se reactivan todas las hormonas que provocan la maduración del folículo (la FSH, la hormona estimulante del folículo), el comportamiento de celo (gracias a los estrógenos) y la ovulación (gracias a la LH, la hormona luteinizante).
Se administra sola o en combinación con otras hormonas principalmente con tres objetivos:
Se ha comprobado que los folículos ováricos que se desarrollan con bajos niveles de progesterona tienen menos probabilidades de producir un óvulo de calidad y la consiguiente gestación. Las vacas lecheras multíparas tienen un metabolismo muy acelerado, ya que la producción intensiva de leche requiere una constante movilización de sus reservas energéticas, que pasan por el hígado. Al tener un hígado tan activo, se degradan más rápidamente otras moléculas que hay en la sangre, como la progesterona. Esto hace que, en general, nuestras vacas tengan niveles de progesterona en sangre insuficientes, y se generen óvulos poco fértiles. Cuanto más productiva es una vaca, más rápido metaboliza y menos fértil es, lo cual es un grave problema en la raza Frisona-Holstein.
La progesterona es una hormona que tiene una vida corta en la sangre, tan solo 3 horas. Si lo pusiéramos en una inyección intramuscular o subcutánea, la vaca recibiría una dosis alta repentina, que se eliminaría de la sangre tras pocas horas. Por tanto, necesitamos un método que libere el producto de forma continuada y durante un tiempo más o menos largo (al menos una semana). Este método es el dispositivo intravaginal, que además al liberar la molécula directamente en el aparato reproductor mejora su absorción y su efecto.
Sí, el periodo de retirada en leche de este producto es 0 días, por lo que podemos seguir ordeñando a estas vacas y vendiendo su leche para consumo humano.
Sin problema. El tiempo de retirada en carne también es de 0 días, por lo que si la vaca debe ser sacrificada mientras lleva el dispositivo intravaginal o poco después de retirarlo, podrás vender su canal con toda normalidad.
Está contraindicado su uso antes de 35 días tras el último parto, y en otras situaciones en las que el tracto genital de la vaca pueda presentar lesiones, enfermedades o infecciones. Tampoco se puede usar en novillas sexualmente inmaduras.
La utilidad de la progesterona está ampliamente estudiada y comprobada, y existen variedad de protocolos de tiempos y combinaciones de hormonas dependiendo de las condiciones de nuestra explotación, nuestros animales y nuestros objetivos (p. ej., monta natural o inseminación artificial, detección de celos o inseminación a tiempo fijo, etc.). Para el diseño y elección de uno de estos protocolos deberás contar con el asesoramiento de tu veterinario, que te aconsejará cuál es el más adecuado.
Para el diseño de un protocolo que emplee dispositivos intravaginales de progesterona deberás contar con el asesoramiento de tu veterinario o veterinaria.