La raza de vacuno lechero Frisona-Holstein, también llamada vaca Holstein o Frisona, es la mayor productora a nivel mundial de leche, con unos índices productivos muy superiores al resto de razas y capaz de establecerse en cualquier clima.
Originaria de Europa central, concretamente Países Bajos y parte de Alemania, la vaca holstein es una raza muy antigua que inicialmente se seleccionaba para alimentarse de pasto, el recurso más abundante de la zona. En torno a 1850 la raza fue importada a Estados Unidos, donde se instauró con gran éxito y se estableció el primer libro genealógico y la primera asociación de criadores. Entre EEUU y Canadá se continuó la selección genética para la mejora de la producción láctea, mientras que Europa se quedó atrás, por lo que a partir de la década de 1970 se comenzaron a importar masivamente dosis de semen de Holstein americano. De esta manera, las frisonas actuales de casi todo el mundo son descendientes de la rama americana de la raza.
Como curiosidad, habitualmente se llama “Frisona” al tipo europeo antiguo, y “Holstein” al tipo americano, aunque el origen está en la misma raza y hoy en día se nombran indistintamente. Los holandeses llaman al tipo antiguo “Frisona holandesa”, y en pureza se encuentra en peligro de extinción.
Es España se introdujo la raza en 1926 y es la más numerosa entre las razas lácteas. Se cría en semiextensivo en la zona cantábrica, en explotaciones familiares, y en intensivo en el resto del territorio, aunque la tendencia es hacia la intensificación en granjas de mayor tamaño. El censo de hembras reproductoras ha ido disminuyendo con los años debido a la mayor productividad, de casi 1,3 millones en 1982 a 482.092 en 2018, de las cuales casi la mitad se encuentra en Galicia.
La definición oficial del libro genealógico de España es “animales celoides, longilíneos, hipermétricos, de poca masa y proporcionado hueso” de capa “berrenda en negro o rojo”, es decir, blanca con manchas negras o más raramente rojas. Hasta el siglo pasado en Europa solo se aceptaban en la raza animales blancos con tres grandes manchas negras, y se solía sacrificar a los animales con manchas rojas. La media de altura y peso en España es de 158 cm a la cruz los machos y 152 cm las hembras, y 727 kg los machos y 580 kg las hembras.
La ubre de la vaca Holstein es “de amplia base y profundidad moderada, equilibrada, muy irrigada, evidenciando ligamentos suspensores fuertes, cuartos perfectamente diferenciados, pezones de mediano tamaño y convenientemente dirigidos.” Las venas son habitualmente muy pronunciadas y tortuosas, más evidente aún por la finura de la piel. Los pezones suelen ser verticales, de tamaño medio y posicionados en el centro de la ubre, todas ellas características idóneas para el ordeño mecánico.
Es la raza de vaca lechera por excelencia. Ya era muy productiva, pero en los últimos 20 años se ha mejorado al máximo su genética tanto en cantidad de leche por día como en duración de la lactación. En España se mejoró mucho la duración de la lactación hasta 2008, y a partir de ese año ha mejorado la producción total para un mismo periodo de tiempo:
Como se puede ver en la gráfica siguiente, los días de mayor producción o “pico de lactación” ocurren entre los 30 y los 70 días aproximadamente. Las vacas de primer parto tienen un pico mucho más discreto, pero el descenso es menos brusco que en las consiguientes lactaciones, y se observa una fase de meseta bastante estable. En todas ellas se mantiene una producción más que considerable durante muchos días. Muy pocas llegan a las cuatro lactaciones, por lo que no hay datos suficientes.
Curva de lactación de vacas Holstein canadienses (Fuente: López et al. adaptada)
Debido al precio de las dosis de semen de machos de vaca Holstein seleccionados, las explotaciones con reposición propia compran semen sexado cuando quieren asegurar una reposición de novillas de genética optimizada, mientras que si se quiere producir terneros para venta de carne se suele usar semen de razas más cárnicas, que mejoren las ganancias de peso diarias, los rendimientos y, sobre todo, la conformación de la canal.
Aunque originariamente la raza se seleccionó para aprovechar pastos de llanuras y climas templados, hoy en día se explota mayoritariamente en intensivo. En condiciones intensivas, alimentadas con mayor porcentaje de concentrado, es cuando se expresa al máximo la genética lechera, aunque tiene sus desventajas en coste de alimentación y en sanidad de la vaca y la ubre (mayor riesgo de cetosis, acidosis ruminal, mamitis, etc.).
Otra característica que se ha visto perjudicada por la selección genética tan orientada a la producción es la fertilidad. La dificultad de quedarse gestantes, unido con las enfermedades de la ubre que se hacen más frecuentes con las sucesivas lactaciones, hacen que esta raza tenga una vida productiva bastante corta, en España de media 3,77 años, cuando la esperanza de vida de la especie llega a los 20 años.