Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua (RAE), trashumar, en el caso del ganado, es “pasar desde las dehesas de invierno a las de verano y viceversa”. Por otra parte, el Libro Blanco de la Trashumancia en España (publicado por el Red Rural Nacional en 2012) la define como “comouna forma de actividad ganadera extensiva, consistente en el desplazamiento estacional del ganado para el aprovechamiento alternativo de la diversidad de pastizales en el momento óptimo de su producción, determinado éste por las características físicas y climáticas del territorio”.
La trashumancia se lleva a cabo con ganaderías de rumiantes, principalmente con ovino y vacuno, y suelen ser especies ganaderas autóctonas, rústicas y adaptadas al territorio (aunque también se denomina trashumancia a los cambios de lugar de las colmenas que se dan en apicultura). Hay quienes diferencian dos tipos de trashumancia: la trashumancia corta o altitudinal, o la trashumancia media y larga, que es la latitudinal.
La actividad pastoril de la trashumancia se desarrolla en los cinco continentes, aunque según "Trashumancia y Naturaleza. Pastores sin fronteras" actualmente, en Europa, solamente existen dos regiones donde se mantiene: en Escandinavia, con la trashumancia de renos, y en la área Mediterránea, donde España tiene un papel prepoderante ya que es el segundo país más montañoso de Europa, lo que, junto al clima mediterráneo, confiere unas importantes diferencias entre el llano y la montaña.
En España, en 1995, la Ley 3/1995 de 23 de marzo de Vías Pecuarias declarándolas bienes de dominio público imprescriptibles, inalienables e inembargables, exigiendo a las comunidades autónomas su conservación y mejora para el uso prioritario de los ganaderos trashumantes. Estas vías pecuarias se mantienen desde el siglo XIII, cuando Alfonso X el Sabio creó el Concejo de la Mesta, que reunía y agrupaba a uno de los colectivos más importantes de entonces: el de los ganaderos, quienes tenían un gran peso económico por el alto valor de la lana.
La trashumancia es la ganadería más extensiva de las extensivas, y las vías pecuarias por las que transitan tienen un importante papel como "reservorio de biodiversidad" ya que el ganado que trashuma trasporta semillas e insectos a muy largas distancias, lo que facilita el intercambio genético de las especies y la conexión entre hábitats. "En España, cada oveja trashumantes traslada diariamente 5.000 semillas y abona el terreno con más de tres kilos de estiércol", apunta "Trashumancia y naturaleza".
Asimismo, esta actividad conlleva otros beneficios para el entorno natural, como:
Por el contrario, el principal riesgo de la trashumancia es el control sanitario y la expansión de enfermedades; por ello, la Ley 8/2003 del 23 de abril de Sanidad Animal establece los mecanismos de seguimiento y control en los desplazamientos de ganado para tener plenas garantías sanitarias. De este modo, esta normativa establece que sólo se autorizará el movimiento de los ganados "desde explotaciones calificadas sanitariamente y que tengan un nivel sanitario igual o superior al existente en las zonas de destino", y para ello deben contar con el certificado de movimiento o "guía".
España, de norte a sur, está cruzada por varias rutas trashumantes o cañadas reales por las que todavía transitan, año tras años, varios rebaños trashumantes.
Estas cañadas reales son:
Además, existen otras rutas de trashumancia más pequeñas, que comienzan y terminan dentro de una misma región, como ocurre en el caso de Navarra, Cataluña y Aragón.
Aunque la trashumancia es una actividad minoritaria, sigue siendo fundamental para determinados rebaños de ovino y vacuno que, año tras año, luchan para mantenerla viva.