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Fiebre Q y los problemas reproductivos en vacas

Escrito por Equipo Ceva Salud Animal | Oct 21, 2022 9:11:00 AM

Los problemas reproductivos en las vacas pueden tener su origen en varias causas, y la fiebre Q es una de las que hay que tener en cuenta por diversas razones.

Como ya contamos en el artículo Fiebre Q: ¿Posible culpable de infertilidad en las ganaderías? , la fiebre Q es una patología infecciosa producida por la bacteria Coxiella burnetii, que se transmite fundamentalmente por aerosoles y se contagia por inhalación (aunque también se puede transmitir mediante garrapatas). Su nombre procede de la palabra inglesa “query” (interrogante), ya que un brote importante de esta enfermedad (entonces desconocida) apareció en Australia en 1935, afectando al personal de un matadero y no fue hasta dos años después cuando el Dr Burnet la identificó como fiebre Q.

Afecta principalmente al ganado ovino, caprino y vacuno, pero también se transmite a los seres humanos, por lo que su control, prevención y erradicación es una cuestión de salud pública o "One Health".

En los humanos, la fiebre Q puede manifestarse como un cuadro gripal o enfermedades más graves como neumonía, hepatitis o endocarditis, y en mujeres embarazadas puede llegar a producir abortos. Por ello, se considera una patología que representa un riesgo considerable para los profesionales de una explotación de rumiantes.

En el ganado ovino y caprino, la fiebre Q se manifiesta principalmente con abortos, mientras que en el vacuno no se muestra de una manera tan clara, lo que complica su detección.

Signos en vacuno

En muchos casos de fiebre Q, las vacas controlan la infección y no muestran claramente sus signos, por lo que podemos detectarla de las siguientes formas:

  • Metritis o endometritis y otras infecciones
  • Abortos, nacimiento de terneros prematuros y débiles o partos de terneros muertos.
  • Terneros con enfermedades graves como neumonía, fiebre y falta de apetito.
  • Baja fertilidad, lo que se traduce en un menor número de partos (y la consecuente reducción en la producción de leche y peores resultados en la granja).

Por todo ello, la fiebre Q puede afectar de manera muy importante a la productividad del vacuno de leche, puesto que causa considerables problemas en la reproducción de las vacas.

¿Cómo detectarla y prevenirla?

La detección de la fiebre Q es complicada, sobre todo en vacuno, por lo que cualquier tipo de brote deberá basarse tanto en los signos clínicos como en una serie de técnicas de diagnóstico o pruebas. Así, en el caso de que haya sospechas, la detección se realiza tomando muestras en las vacas recién paridas o recién abortadas y también de la leche. También se puede determinar la presencia de la bacteria haciendo PCR en los tanques de leche. También haciendo serología se pueden detectar anticuerpos en suero.

Al tratarse de una enfermedad infecciosa, una manera de controlarla es establecer en las granjas una serie de medidas de limpieza y bioseguridad que controlen la aparición de brotes en el ganado, tal y como aconseja el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

De esta manera, se recomienda que el personal que trate a los animales use un equipo de protección adecuado para no contagiarse. Durante el momento del parto y tras él, se aconseja aislar a las hembras gestantes, así como realizar posteriormente una correcta limpieza y eliminación de la placenta y anejos fetales, (ya que son uno de los principales focos a través de los que se produce la infección). También es recomendable desinfectar correctamente las instalaciones, y mantener a raya a los parásitos externos (garrapatas o ácaros), así como llevar una correcta gestión del estiércol y del abono, puesto que si este está infectado, no se puede manejar como se hace de manera habitual.

La vacunación es otra medida que puede utilizarse, aunque esta no previene contra la infección, sino que permite reducir la excreción y el riesgo de abortos.

Los problemas de salud pública o One Health que pueden derivar de la fiebre Q llevan a recomendar la formación y sensibilización de ganaderos y veterinarios, con el objetivo de que cuenten con los conocimientos necesarios para detectarla y vigilarla.