Los pastos comunales, una herencia medieval que llega hasta nuestros días

Los pastos comunales son terrenos públicos que los ganaderos de extensivo pueden aprovechar para alimentar a sus animales, de forma individual o compartida con otros ganaderos. La existencia de estos pastos permite a las explotaciones obtener alimento para sus animales con un mínimo coste económico.

¿Qué son los pastos comunales o pastos de uso común?

Los pastos comunales son aquellos terrenos pastables que no son propiedad privada de un individuo o empresa, sino que pertenecen al Estado, generalmente a cada ayuntamiento, y de su uso pueden disfrutar todos los vecinos del municipio gratuitamente o por una cuota simbólica. Estos terrenos pueden ser de libre acceso o, lo que es más habitual, adjudicados, arrendados o, al menos, organizados en función del número de cabezas de cada ganadero para evitar el sobrepastoreo.

La organización de la tierra comunal se remonta a la Edad Media. Muchos territorios de monte o boscosos se talaron para aprovechar la madera y, si la tierra que quedaba no era apta para el cultivo o el clima no era el adecuado, su reclamo en propiedad tenía poco sentido. Estas áreas se aprovechaban entonces para alimentar a los animales y eran gestionadas por la población más cercana.

Un ejemplo de este sistema eran las comunidades que generalmente residían en los valles y trashumaban a las zonas altas de montaña en verano (sistemas valle-puerto). Poseían normas y regulaciones locales sobre quién tenía derecho al uso de estos pastos, durante cuánto tiempo, qué cuidados debían aplicar los vecinos sobre los caminos y abrevaderos a los que daban uso sus animales, cómo se castigaban las infracciones… En los siglos XIII y XIV los sucesivos reyes de los territorios cristianos, como Jaime I de Aragón, fueron reconociendo la autonomía de estas zonas y la potestad de sus habitantes para su administración.

Con la modernización del Estado, los diferentes sistemas políticos y el capitalismo, el control de estos pastos pasó a manos del Estado. La gestión de los pastos comunales ya no dependía entonces de las comunidades de vecinos, sino de los ayuntamientos, dentro de los planes y normativas provinciales y autonómicos.

Las particularidades de cada zona de España definen sus pastos comunales

La distribución y extensión de los pastos comunales a nivel nacional es difícil de definir, ya que su gestión está descentralizada y es potestad de cada comunidad autónoma, provincia, comarca o municipio. En 2009 el Instituto Nacional de Estadística (INE) llevó a cabo una encuesta sobre explotaciones de animales herbívoros (ganado ovino, caprino, bovino y equino) que pastan en tierras comunales en España, sin entrar en detalles sobre su ubicación. Obtuvieron que, en todo el país, 5.997.191 animales de 36.882 explotaciones daban uso a pastos comunales.

Para hacernos una idea sobre la presencia y estado de los pastos comunales en algunas CC. AA. o provincias, veamos algunos ejemplos:

• León: ASAJA (Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores) declara que el 95% de los pastos leoneses son pastos comunales arrendados o adjudicados en subastas por juntas vecinales.

• Pirineo catalán: lo más frecuente es que el suelo de los valles sea de propiedad privada y el suelo de los montes sea comunal, con mayor proporción de terreno comunal cuanto mayor es la altitud. El aprovechamiento de estos suelos alpinos o subalpinos es muy limitado, y hay pocos usos alternativos al pastoreo. Los ganaderos están de acuerdo en que la ocupación de los pastos comunales es baja y están mal explotados o mal gestionados.

• Pirineo aragonés: en 1991 se estimaba que los puertos de montaña aragoneses se pastaban por debajo del 50% de sus capacidades. Actualmente, con la reducción de la ganadería extensiva y del sector ovino y caprino, probablemente este aprovechamiento sea aún menor.

• Euskadi: según datos elaborados por Eustat (el organismo vasco de estadística) en 2009, el 17% del conjunto de las explotaciones de ganado bovino, ovino, caprino y equino utilizaban pastos comunales, con diferencias notables entre especies y provincias.

Fuente: adaptado de Eustat.

• Andalucía y Castilla-La Mancha: en este análisis sobre la ganadería extensiva en estas comunidades vecinas se habla también del desaprovechamiento de los suelos pastables, aunque sin especificar su propiedad. Más de un tercio de la superficie de estas comunidades corresponde a pastos, pero mal aprovechados y con una distribución del ganado irregular, lo que aumenta el riesgo de desertización en las zonas sobrepastoreadas y el riesgo de incendio en las zonas subpastoreadas.

• Jaén: dentro del término municipal de Santiago-Pontones encontramos los Campos de Hernán Perea, el altiplano más extenso de España, con más de 5.000 hectáreas. En esta zona predominan los pastizales y los matorrales, que los animales rústicos pueden aprovechar en las temporadas de calor, mientras que en la época fría se producen fuertes heladas que obligan a los pastores a trashumar hacia Sierra Morena. Una de las SAT (Sociedad Agraria de Transformación) más antiguas de España se creó en esta región para organizar el aprovechamiento de los pastos comunales del altiplano.

Los pastos comunales son noticia debido a la nueva PAC

Los pastos comunales son un tema que ha cobrado protagonismo en los últimos meses a raíz de la publicación de la PAC 2023-2027. Las ayudas de la PAC para fomentar la ganadería extensiva y la trashumancia contemplan ayudas a los ganaderos que alimenten a sus animales mediante pastoreo, pero en esta ocasión se deja fuera de estas ayudas a los pastos comunales y, por consiguiente, a los ganaderos que los aprovechan. Asociaciones como ASAJA (Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores) o la Alianza UPA-Coag critican esta situación, especialmente relevante en zonas como la provincia de León, en la que casi la totalidad de ganaderos de extensivo pastan en pastos comunales.

Por otra parte, los pastos comunales han sido noticia por algo positivo en este año 2023: el gobierno de Castilla-La Mancha va a certificar 300.000 hectáreas de pastos comunales como terreno ecológico, de forma que el ganado que en ellos paste podrá ser considerado ecológico si cumple el resto de requisitos. Castilla-La Mancha planea destinar un 16% de su presupuesto de desarrollo rural a la producción ecológica en el periodo 2023-2027.