Una raza poco conocida debido a su escasa expansión territorial es la Ojalada, a pesar de formar parte de una de nuestras Indicaciones Geográficas Protegidas más características, el Lechazo de Castilla y León. En este artículo vamos a conocer un poco más a esta curiosa oveja.
En los agrestes territorios del sur de la provincia de Soria encontramos una de las razas autóctonas amenazadas más rústicas de nuestra geografía: la oveja Ojalada. Esta raza, junto con la vecina Ojinegra de Teruel, la Xisqueta, en los Pirineos, y la Montesina, en el Sistema Bético, pertenece a un antiguo linaje que llegó a la península Ibérica procedente de Asia Central y que, en su momento, estuvo extendido por toda España. Actualmente, estas cuatro razas se crían exclusivamente en zonas montañosas muy limitadas y su censo es pequeño, unos 11.000 adultos en el caso de la Ojalada, repartidos en tan solo 15 explotaciones.
Todas tienen en común su distintiva capa, blanca con pigmentaciones negras alrededor de los ojos, el hocico, las orejas, las pezuñas, la zona umbilical y la zona genital-anal. Son de lana entrefina, tamaño de mediano a pequeño y acornes; son precoces sexualmente, de crecimiento algo lento y de engrasamiento temprano.
La características productivas y reproductivas de esta raza han evolucionado positivamente en los últimos años, gracias a la creación de un rebaño experimental de animales puros sobre el que se aplican estrategias de selección y mejora genética. Los descendientes de estos animales se trasladan entonces a las explotaciones comerciales, contribuyendo poco a poco a la mejora de todas ellas.
Forma parte de la IGP Lechazo de Castilla y León, una marca de calidad diferenciada que distingue a los corderos lechales machos y hembras de las razas Churra, Ojalada y Castellana (blanca y negra) nacidos, criados, sacrificados y faenados en establecimientos registrados de Castilla y León. Su alimentación debe incluir exclusivamente leche materna y su canal con cabeza pesa entre 5,5 y 8 kg y sin cabeza entre 4,5 y 7 kg.
La raza Ojalada se explota únicamente para obtener estos corderos. La leche que producen se destina enteramente a alimentar a las crías, ya que no se genera en cantidad suficiente para ordeñar. Se crían en extensivo, en pastoreo permanente, con ocasional suplementación en épocas de mucha escasez de alimento. Al ser una raza tan rústica y resistente soportan bien estas condiciones, en ocasiones muy estrictas, y prosperan con un mínimo gasto en alimentación por parte del ganadero, lo cual ayuda a la rentabilidad de la explotación.
Al pastar, esta raza contribuye a la limpieza del monte de arbustos y matorrales, colaborando con la prevención de incendios y el mantenimiento de caminos. Por otra parte, esta región es de las más despobladas de España, y la cría de la oveja Ojalada ayuda a fijar población rural.
Para ayudar a la repoblación de estas zonas vaciadas y fomentar la cría de razas autóctonas, de elevado valor cultural y genético, hay actualmente diversas subvenciones y ayudas que se ofrecen a nivel estatal, europeo o de la comunidad autónoma.
Un ejemplo es la convocatoria publicada en la página web de la Junta de Castilla y León y en el BOCyL, según la cual los ganaderos que tengan ovejas de raza Ojalada pueden solicitar una ayuda de 45 € por animal mayor de 12 meses que se haya inscrito en el libro genealógico durante el año anterior. La cuantía se calcula por UGM (unidad de ganado mayor); en el caso del ganado vacuno y equino, cada ejemplar es una UGM, pero en el caso del ganado ovino cada ejemplar es un 15% de UGM, es decir, para llegar a una UGM necesitas más de 6 ovejas.
En esta convocatoria de ayudas hay una lista A de razas por las que se paga 300 € por UGM, entre las que se encuentra la Ojalada, y una lista B por las que se paga 200 € por UGM. Esta distinción viene dada por la prioridad de fomento de ciertas razas, más amenazadas. Puedes consultar la lista de razas autóctonas de Castilla y León seleccionadas para esta ayuda en este link. La cuantía máxima a la que se puede optar son 5.000 €, es decir, 111 ovejas, que no podrán sacrificarse hasta pasados al menos 16 meses (salvo que mueran de causas naturales).
También se contemplan ayudas a las ganaderías a nivel europeo, por parte de la PAC, que puedes consultar en este link.