Lactoreemplazantes: cómo elegir el más adecuado para nuestros animales

Lactoreemplazantes

Las ganaderías cada vez ponen más esfuerzo en el buen manejo nutricional y sanitario de la recría, que se traduce en un mayor rendimiento durante su vida productiva posterior. La leche es el principal alimento de los rumiantes lactantes, por lo que elegir un sustituto lácteo de calidad es fundamental para su futuro productivo y su salud. Es aquí donde aparece la función de los lactoreemplazantes.

¿Qué es un lactoreemplazante?

El lactoreemplazante, o sustituto lácteo, es el alimento líquido a base de leche y otros ingredientes que se da a los terneros, corderos y cabritos lactantes antes del destete, para suministrarles una nutrición completa y asegurar su crecimiento hasta que comen concentrado y forraje. Normalmente se formula en polvo para una mejor conservación y se mezcla con agua caliente para alimentar a los animales en biberón, nodrizas o en cubos.

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Se pueden encontrar diferentes tipos de lactoreemplazantes:

  • Elaborados con proteína procedente de la leche: se obtienen de suero lácteo, leche desnatada o extracto de caseína, procedentes de excedentes de la industria láctea tras la fabricación de queso o mantequilla.

  • Elaborados con otras fuentes de proteínas: se fabrican con proteínas vegetales (soja), concentrados de proteínas de otros orígenes alimentarios, gluten de trigo o plasma de animales.

La importancia de elegirun buen lactoreemplazante

Lactoreemplazantes

El lactoreemplazante debe ser un alimento de buena calidad que satisfaga todas las necesidades de crecimiento y engorde de los animales lactantes. El contenido de proteína suele estar entre el 18% y el 30% y el de grasa entre el 10% y el 28%. Para saber cuáles son los niveles ideales, se debe consultar con un nutricionista especializado.

Elegir un lactoreemplazante de calidad es fundamental, ya que tiene un notable impacto sobre la futura producción, rendimiento reproductivo y resistencia a las enfermedades, sobre todo en las fases de transición, como el destete y la constitución de lotes de cebo o crecimiento y comienzo de la lactación.

La buena calidad de un lactoreemplazante se valora según tres parámetros:

  • Su valor nutricional o contenido y composición en nutrientes esenciales, como la proteína y la grasa.

  • Origen de los ingredientes que lo componen, ya que determina su digestibilidad, así como el contenido en nutrientes valiosos. Los más apreciados son los que derivan de subproductos de la industria láctea.

  • Método de fabricación, que influye sobre todo en la homogeneización de la grasa.

Beneficios de los lactoreemplazantes

Lactoreemplazantes

El uso de lactorremplazantes para la recría tiene diversos beneficios:

  • Una mayor bioseguridad, ya que se evita la transmisión de infecciones a través de la leche sin tratar térmicamente de vacas que puedan tener enfermedades.

  • Mejores tasas de crecimiento de los terneros, pues están formulados para cubrir sus necesidades nutricionales.

  • Ventajas económicas, pues el sustituto lácteo es más barato que la leche ordeñada, que se vende a la industria láctea.

Los lactoreemplazantes se dan a la recría como alimento básico, dos o tres veces al día, hasta las seis semanas de edad, momento en el que se introduce el concentrado para que comience a ingerir alimento sólido.

Papel del lactoreemplazante en la diarrea neonatal

Uno de los factores más importantes en el control de la diarrea neonatal de los rumiantes lactantes es asegurar una adecuada toma de calostro.

La diarrea neonatal de origen no infeccioso puede estar causada por un manejo deficiente del lactoreemplazante, por ejemplo:

  • Una mala dilución: si el sustituto lácteo está demasiado concentrado o no se mezcla bien con el agua, puede provocar diarrea de tipo osmótico porque el intestino secreta exceso de agua para compensarlo.

  • Temperatura inadecuada: el lactoreemplazante debe servirse tibio, sin que esté demasiado caliente para evitar causar quemaduras. Pero si se da a los animales muy frío, sobre todo en un tiempo de bajas temperaturas, también puede ser causa de diarrea.

  • Proteína de baja calidad, sobre todo la de origen vegetal. Los rumiantes lactantes digieren peor la proteína que no proceda de la leche, y si se añade al lactoreemplazante en una proporción alta para abaratarlo, puede causar diarrea.

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