La producción de ovino de carne ha sido una fuente de sustento para muchas familias en el mundo rural durante siglos. Sin embargo, en tiempos modernos, la rentabilidad del negocio es un tema de debate. Para entender mejor el panorama, conversamos con Ricardo Gabriel Méndez Merino, un joven, pero experimentado ganadero de ovejas que nos comparte su visión sobre los retos y las oportunidades en la producción ovina.
Con tan solo 24 años, Ricardo lleva 7 años dedicado a la producción de corderos, siendo la tercera generación de un negocio que ha heredado de su padre y este a su vez de su abuelo. A su juicio uno d ellos retos principales para llevar a cabo con éxito este tipo de negocio es la dificultad que entraña encontrar mano de obra que quiera dedicarse a esta actividad y vivir en el campo.
La rentabilidad en la producción de ovejas depende en gran medida de la planificación y eficiencia en la gestión del rebaño, siendo la clave maximizar la tasa de natalidad y minimizar la mortalidad de los corderos. Además, diversificar los ingresos, por ejemplo, vendiendo carne, lana y leche, puede mejorar la estabilidad financiera del negocio.
Los ingresos de un ganadero de ovino varían en función de diversos factores: el tamaño del rebaño, los costos de producción, el precio de la carne y la lana en el mercado, y la eficiencia del manejo reproductivo. Sin embargo, hay que considerar que la inversión en infraestructura, alimentación y sanidad es clave para mantener la rentabilidad.
Uno de los pilares del éxito en la ganadería ovina es la planificación reproductiva. Ricardo enfatiza que un manejo eficiente permite mejorar la productividad del rebaño. "La planificación reproductiva en mi explotación es muy importante, ya que nos ayuda siempre a mantener el mismo número de ovejas preñadas y nos evita tener cargas excesivas de trabajo en determinadas épocas del año", explica.
El control de datos reproductivos ayuda a mejorar la eficiencia del rebaño. Así, el joven ganadero señala que llevar registros permite identificar las mejores hembras, eliminar las menos productivas y mejorar la genética del rebaño.
"Nosotros sí tomamos datos reproductivos en nuestra ganadería. Las ecografías nos ayudan a saber las ovejas que hay preñadas, controlar los partos e identificar a las ovejas melliceras", menciona Ricardo. Esto facilita la planificación de la alimentación y de los partos, además de permitir evaluar el desempeño de los reproductores machos.
Los tratamientos hormonales pueden ser una herramienta útil para mejorar la reproducción y sincronizar los partos. "Los tratamientos reproductivos, como los implantes de melatonina, nos ayudan a que se cubran mejor las hembras", comenta Ricardo.
Los tratamientos hormonales son clave para aumentar la fertilidad, sincronizar celos o para romper el anoestro estacional. La melatonina es una molécula naturalmente producida por todos los animales, sin efectos secundarios, que inyectada en un implante de melatonina subcutáneo ayuda a romper el anoestro estacional fisiológico en las especies ovina y caprina.
La aplicación de estos implantes y el manejo del rebaño son sencillos:
Los machos son una parte esencial de la reproducción de pequeños rumiantes. La proporción adecuada de hembras por macho (unas 15-20 si se las ha tratado con melatonina), y unos moruecos activos, sanos, en buena forma, con buena calidad seminal y elevada actividad sexual garantizarán que todas las ovejas sean cubiertas en el momento óptimo.
El anoestro estacional también les afecta a ellos, aunque en menor medida, ya que desciende su impulso sexual y empeora la calidad del semen. Es por ello que los implantes de melatonina en machos también tienen beneficios para la eficiencia reproductiva del rebaño.
La elección de la raza es fundamental para una producción eficiente de carne.
El rendimiento en carne de una oveja depende de su genética, de la alimentación y del manejo.
En España son razas autóctonas de producción de carne:
Razas que reflejan la diversidad y riqueza de la ganadería ovina en España, adaptadas a distintas regiones y necesidades productivas.
La ganadería ovina puede ser un negocio rentable si se gestiona adecuadamente. Factores como la planificación reproductiva, la elección de razas adecuadas y el control de costos juegan un papel fundamental. La experiencia de Ricardo demuestra que, con un buen manejo, el negocio ovino puede generar ingresos sostenibles a largo plazo.