En el panorama de enfermedades que amenazan la salud de los rumiantes domésticos y salvajes en nuestro país, la enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE) destaca por su inesperada aparición y por su rápida extensión.
Causada por un virus del género Orbivirus, pariente cercano del virus de la lengua azul, esta enfermedad ya estaba presente en diversas regiones del mundo. El hallazgo del virus de la EHE en Italia y España en octubre de 2022 ha encendido las alarmas, anticipando el riesgo de que la enfermedad irrumpa en territorios donde no se conocía.
Se trata de una enfermedad vírica de los rumiantes que se transmite por mosquitos (es una enfermedad vectorial), de ahí su carácter estacional, mostrando su peor cara cuando las poblaciones de mosquitos vectores se encuentran en su auge, generalmente desde mediados del verano hasta el final del otoño.
Los síntomas en los animales afectados pueden variar desde fiebre y letargo hasta dificultades respiratorias. Pero los casos más severos de EHE desembocan en hemorragias internas, comprometiendo varios órganos y, en ocasiones, llevando a la muerte del animal. Es, por lo tanto, una enfermedad a la que hay que prestar atención.
Un vistazo a la historia y expansión de la enfermedad hemorrágica epizoótica
El origen de la EHE nos remonta a 1955, cuando fue identificada por primera vez en el venado cola blanca en Nueva Jersey (EE.UU.). Desde entonces, su presencia y evolución ha sido objeto de estudio y preocupación.
A día de hoy, el virus de la EHE es endémico en regiones de Norteamérica, Australia y en ciertos países de Asia y África. Tradicionalmente vinculado a zonas de clima templado y tropical, ahora vemos cómo la enfermedad está extendiendo sus dominios hacia el norte.
Este virus tiene 8 variantes o serotipos, el EHDV-8 (siglas de su denominación en inglés Epizootic haemorrhagic disease virus), que no se había observado desde 1982, año en el que se identificó en Australia, ha resurgido provocando brotes en ganado bovino en regiones del norte de África. Europa no ha quedado exenta: los primeros casos europeos se produjeron en el sur de Europa en tres zonas distintas: Sicilia, Cerdeña y Andalucía ¿Cómo fue posible si estos puntos están separados por cientos de kilómetros? Los investigadores sugieren que los mosquitos infectados procedentes del norte de África fueron trasportados de forma natural por el viento. Esta sospecha se ve corroborada por el hecho de que el citado serotipo 8 que circulaba en Túnez desde 2021 se ha identificado en Italia y España.
Históricamente, el virus ha afectado de forma particularmente grave a los ciervos, mientras que su impacto en el ganado ha sido más benigno. Sin embargo, algunas variantes han ocasionado pérdidas económicas significativas en algunos países como Japón o Israel.
En este último año hemos asistido a un cambio notable de los patrones de expansión de la enfermedad. La gravedad creciente en las poblaciones bovinas y la aparición del virus en Europa, antes libre de EHE, muestran un panorama en evolución que requiere una vigilancia constante. El MAPA publica las actualizaciones de la situación de la enfermedad en España en este enlace. Según los datos disponibles, se observa una mayor afectación clínica en animales mayores a 24 meses, machos, de razas no rústicas (por ejemplo, Limousine, Blonde d’Aquitaine y sus cruces) y en sistema de producción extensivo.
Hembra de mosquito del género Cúlex, transmisora de la enfermedad hemorrágica epizoótica. Licencia: lan R Walker, CC BY-SA 3.0 <https://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0>, via Wikimedia Commons
¿Cómo se transmite la EHE y a qué especies afecta?
La EHE es una enfermedad infecciosa no contagiosa. Es decir, no se transmite directamente entre individuos infectados, sino que lo hace a través de mosquitos del género Culex (mosquitos culicoides). Los huéspedes más afectados son el ganado bovino y algunos rumiantes salvajes (ciervos y en menor medida corzos y gamos).
Estos pequeños insectos hematófagos (las hembras se alimentan de sangre) son el vehículo perfecto para la propagación del virus entre ganado y fauna silvestre y su distribución geográfica define en gran medida las áreas afectadas por la EHE. Un factor crucial en la difusión de la enfermedad es la velocidad con la que el virus puede ser transmitido por estos mosquitos.
Una Expansión hacia el Norte. Ámbito Geográfico de la EHE.
La progresión geográfica está impulsada por el calentamiento global y la expansión de los mosquitos culicoides. Estos vectores han ampliado su área de distribución, posiblemente en respuesta a cambios climáticos que les ofrecen condiciones más favorables para su supervivencia y reproducción.
¿Qué papel juega el cambio climático en la expansión del virus de la EHE?
El avance del virus es un fenómeno que se ha venido observando con creciente preocupación y que se produce en momentos en que las poblaciones de sus insectos vectores, los mosquitos culicoides, alcanzan su punto máximo, desde mediados del verano hasta finales del otoño.
La expansión de esta enfermedad no puede ser explicada solo por la biología de los mosquitos culicoides. El cambio climático global parece estar influyendo en la distribución de los mosquitos, y por tanto, ampliando el alcance geográfico de la EHE. Este fenómeno climático podría no solo extender el rango de acción de estos vectores, sino también alterar su actividad y su período de incubación, que se reduce con las altas temperaturas, reconfigurando la epidemiología de la enfermedad.
El aumento de la temperatura está permitiendo, por ejemplo que una de las especies de mosquito, Culex imicola encuentre hábitats adecuados en latitudes más altas del hemisferio norte, lugares donde antes no solía estar presente.
El marco normativo en Europa sobre la EHE
Dentro del territorio europeo, la EHE es una enfermedad de declaración obligatoria. Ante la falta de medidas preventivas como la vacunación, la estrategia principal de control se centra en limitar el traslado de animales desde áreas afectadas hacia otras regiones del continente, estableciendo un perímetro de 150 km alrededor de cada foco detectado. Sin embargo, la efectividad de estas medidas es motivo de debate entre los especialistas, muchos de los cuales consideran que poseen una “eficacia limitada”. Así parece confirmarlo la rápida propagación de la enfermedad, que en menos de un año ha viajado desde el sur de España hasta alcanzar territorios situados en el centro de Europa. En este enlace encontrarás el marco reglamentario el MAPA relativo a la EHE.
El pasado 10 de octubre entró en vigor un acuerdo entre el MAPA y el Ministero de Agricultura y Seguridad Alimentaria de Francia que autoriza los desplazamientos de bovinos, ovinos y caprinos desde zonas restringidas según determinadas condiciones: si se realizan hacia zonas restringidas deberá realizarse una inspección clínica 24 horas antes del transporte. Si se realizan hacia zonas libres, además de la inspección, se establecen condiciones de desinsectación y analítica, y la inclusión en el certificado TRACES de las acciones que se deben llevar a cabo.
El horizonte de la enfermedad hemorrágica epizoótica
Es necesario comprender a fondo las modificaciones en la distribución geográfica y en la virulencia del virus de la EHE para llevar a cabo un control efectivo de la enfermedad. Se ha observado que algunas variantes de este virus están mostrando una mayor virulencia en el ganado. Esta situación recalca la urgencia de intensificar la investigación en técnicas de diagnóstico avanzadas y en el desarrollo de vacunas seguras.
Este contenido ha sido trabajado a partir de los siguientes artículos, redactados por Philippe Gisbert, International Technical Manager Ruminants en Ceva:
https://ruminants.ceva.pro/epizootic-haemorrhagic-disease
https://ruminants.ceva.pro/epizootic-haemorrhagic-disease-ehd
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