En este artículo vamos a considerar el cobertizo ganadero como aquella instalación que se utiliza para albergar y proporcionar un refugio seguro a vacas, ovejas y cabras, protegiéndoles de las inclemencias climáticas (calor, frío y fuertes vientos). Estas instalaciones, además de proteger al ganado también sirven para trabajar con él.
Nos referiremos a las soluciones de fácil instalación, flexibles, y más económicas que las típicas naves de las explotaciones. Para ampliar información sobre “Ganadería estabulada” haz clic en el enlace.
Los cobertizos ganaderos pueden construirse de muy diversas formas y de diversos materiales entre los que destacan actualmente: la chapa prelacada, paneles sándwich, chapa galvanizada, policarbonato y lona, sin olvidar otros como la resina o la clásica madera. Además, normalmente los diseños se pueden modificar añadiendo los diferentes elementos como puertas, ventanas, tragaluces, extractores, cortavientos, refuerzos de nieve, etc. lo que les confiere una gran adaptabilidad a las diferentes necesidades de cada explotación.
Cobertizos de tipo túnel con estructuras metálicas y techo de lona. Obsérvese que las paredes están recubiertas de chapa para evitar que los animales dañen la lona. Fotografías cortesía de Easy-Covering. https://easy-covering.com/cobertizos/#ganadero
Un cobertizo ganadero debe cumplir con unas características básicas:
Fácil montaje y mantenimiento: la estructura debe ser estable y se requieren inspecciones periódicas y un mantenimiento regular para garantizar su seguridad. Hay que tener en cuenta que con el tiempo habrá que reparar los daños estructurales.
Cómoda limpieza: es fundamental mantener el cobertizo limpio, lo que incluye la eliminación de estiércol y otros desechos, así como la limpieza de las áreas de alimentación y agua. Es recomendable que tenga un ligera pendiente (2-3%) desde la ubicación de bebederos y comederos para evitar la acumulación de agua y orina.
Ventilación: el diseño del cobertizo debe contemplar la orientación respecto al viento y al sol para mantener un entorno con temperatura y humedad adecuadas. Hay que tener en cuenta el efecto refrigerante del viento en verano y la protección de los animales del viento invernal. En este sentido se debe sopesar por un lado el efecto del viento y por otro lado la mayor radiación solar que pueda recibir el cobertizo en una determinada posición para tomar la decisión más adecuada.
Espacio: los animales deben tener el suficiente espacio para moverse y tumbarse, con áreas separadas para la alimentación y el descanso.
Cuando se toma la decisión de instalar un cobertizo para rumiantes conviene tener en cuenta algunas recomendaciones.
Planificación de la instalación. Antes de comenzar la construcción es indispensable planificar cuidadosamente todos los detalles. Esto incluye la elección de un lugar adecuado y tener en cuenta factores como la climatología, la accesibilidad y la proximidad a fuentes de agua.
El anclaje. Es una parte fundamental de cualquier cobertizo ganadero. Hay que determinar con la empresa instaladora, dependiendo del tipo y dimensiones, si se ancla al terreno o si es necesario algún tipo de cimiento o placa de hormigón para darle estabilidad.
El diseño. Además de tener en cuenta las necesidades específicas de los animales, la instalación debe estar diseñada para soportar cargas por vientos, nieve, granizo o heladas. Hay que consultar con el proveedor si son necesarios refuerzos de nieve, cortavientos, cubiertas aislantes o protecciones con chapa para evitar que los animales dañen el material (en el caso de cobertizos construidos con lona, por ejemplo).
Uno de los tipos de cobertizos ganaderos más versátiles son los de tipo túnel construidos en lona y armazón metálico. Se comercializan en diferentes medidas, las más usuales corresponden a las cotas que muestra el esquema.
Los materiales. Algunos de los más habituales son los siguientes:
Madera: son robustos y duraderos y proporcionan un ambiente natural a los animales, pero requieren un mantenimiento regular.
Metal: también son bastante duraderos. Puede emplearse chapa galvanizada o chapas prelacadas y parten de una cimentación ligera. Algunas empresas ofrecen este tipo de instalaciones en régimen de “automontaje” para abaratar costes. Por otra parte, el metal no es adecuado para todos los climas. En climas calurosos pueden calentarse y crear un ambiente incómodo para los animales y en áreas con alta humedad o lluvia frecuente pueden ser propensos a la corrosión si el metal no ha sido preparado para resistir estas condiciones.
Resina y policarbonato: su ventaja es el escaso mantenimiento que necesitan.
Lona: se emplean materiales como el PVC con cierto grado de resistencia ignífuga. Muy empleadas en los cobertizos de tipo túnel junto con estructuras metálicas.
Los cobertizos ganaderos pueden ser muy versátiles y combinar diferentes tipos de materiales y puertas como en estos ejemplos de cobertizos tipo túnel. Fotografías cortesía de Easy-Covering. https://easy-covering.com/cobertizos/#ganadero
La incorporación de materiales más ligeros, como las chapas y las lonas, en la construcción de cobertizos ha permitido que exista una amplia oferta de cobertizos ganaderos modulares prefabricados, que son fácilmente ampliables, transportables, si es necesario, y muy versátiles ya que pueden admitir otros usos como el de almacén.
Seguir las normativas vigentes. La construcción de cobertizos ganaderos para rumiantes debe cumplir con las regulaciones autonómicas y nacionales relativas al bienestar animal y la gestión de granjas. En ganado bovino conviene consultar el Real Decreto del 27 de diciembre de 2022 en el que se establecen las normas básicas de ordenación de las granjas bovinas. En ganado ovino y caprino nos remitiremos a los requisitos generales de bienestar animal.
Es muy importante tener en cuenta que las normativas pueden variar dependiendo de la comunidad autónoma por ejemplo en lo que respecta al uso del suelo rústico.
La construcción de un cobertizo conlleva unos costes, dependiendo de la ubicación, el tamaño y los materiales empleados. Para estimar los costes concretos las empresas especializadas ofrecen sus servicios para obtener un presupuesto detallado.
A partir de aquí hay que valorar si los beneficios que estas instalaciones nos ofrecen compensan los beneficios:
Bienestar animal: proporcionan un refugio seguro para los animales y los mantienen en un ambiente limpio y bien ventilado, lo que repercutirá positivamente en la resistencia a las enfermedades.
Manejo de los animales: permiten una gestión más fácil y eficiente del ganado. Por ejemplo, facilitan la inspección de los animales, ayudan a separarlos por edades o estado de salud o a aplicar tratamientos.
Aumento de las producciones: un buen cobertizo puede contribuir a aumentar la productividad al ayudar a mantener a los animales en un estado de salud óptimo.