La leche más consumida en España es la de vaca, sin embargo hay otras opciones similares o incluso mejores que también se pueden probar, como la leche de cabra o de oveja. La principal diferencia entre estos tres tipos de leche está, principalmente, en el contenido de sus componentes, como la cantidad de grasa, proteínas, minerales, calcio y fósforo.
Un de la leche de oveja es que destaca por su alto contenido en calcio y en fósforo. También resalta porque es rica en ácidos grasos insaturados, protectores de riesgo cardiovascular. Asimismo, también puede consumirse en casos de intolerancia o alergia a la leche de vaca, ya que es un alimento muy completo y con un alto valor nutritivo.
Propiedades
Tal y como se indica en este artículo publicado en este portal, los beneficios de la leche de oveja son los siguientes:
- Es más digestiva que la de vaca por su alto contenido en triglicéridos, que a su vez aportan un mayor valor energético. Aunque la leche de oveja posee más grasa, es más baja en ácidos grasos saturados.
- Contiene menos colesterol que el resto de leches de vaca y cabra.
- Es rica en hierro, por lo que resulta ideal para personas con problemas de anemia.
- Posee un alta vitamina A y C, (la primera buena para el pelo, las uñas y la piel; y la segunda para reforzar el sistema inmunológico).
- También un alto contenido en vitamina E, (encargada de combatir los radicales libres de los alimentos y, por lo tanto, prevenir el cáncer).
- Contiene vitamina B y K (responsables de generar glóbulos rojos en la sangre y, por lo tanto, mejorar el flujo sanguíneo).
- Posee propiedades antiinflamatorias.
- Y lo más destacado: contiene un 80% más de calcio que la leche de vaca y cabra.
Por todas estas características, la leche de oveja puede convertirse en una alternativa interesante para quienes no toleran bien la de vaca así como para aquellos que quieran controlar sus niveles de colesterol.
Razas de ovejas de leche
España es uno de los países europeos con una mayor cabaña de ovino de la Unión Europea, aunque es el cuarto país en ovino de ordeño, por detrás de Rumanía, Grecia e Italia. Las razas de ovejas autóctonas que se destinan a la producción láctea son varias, siendo una de las más tradicionales la oveja Latxa, muy característica del País Vasco y Navarra.
Otra raza de oveja cuya leche es cada vez más demandada es la Merina, que históricamente ha estado muy reconocida por la producción de lana. Actualmente, la leche de las ovejas merinas está muy valorada para la producción de queso con Denominación de Origen Protegida, como el Queso de la Serena o el de la Torta del Casar.
La Merina de Grazalema también es otra raza de oveja española, vinculada a la merina pero autóctona de la Sierra de Grazalema, entre Cádiz y Málaga.
Por otra parte, una de las razas de oveja más importantes y populares es la Manchega, cuya producción se puede destinar tanto al consumo de carne, como a la producción de leche, transformada principalmente, en Queso Manchego con Denominación de Origen Protegida.
Otras razas de ovejas que también se encuentran en España pero que no son autóctonas son la Assaf, originaria de Israel y la Lacaune, que es francesa. Ambas están muy bien consideradas por sus altos rendimientos en la producción de leche.
La leche de oveja en España
La producción de la leche de oveja en España supone el 15% de toda la producción láctea nacional, estando por detrás de la leche de vaca, que es la mayoritaria con el 74% del valor total, y por delante de la de cabra, que es el 11%.
De toda la cabaña ovina española, el 80% se destina a producción cárnica, el 8% a reproducción mixta y el 6% al ordeño de leche. Según datos de Infolac, en 2021 se produjeron un total de 529 millones de litros de leche de oveja, siendo la transformación en quesos su principal destino. Un apunte significativo es que España es el segundo país europeo en la producción de queso puro de oveja, por detrás de Italia.
En un análisis del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, se afirma que, en los últimos años, se ha observado un incremento en la producción de leche de ovino, generada por la reestructuración y modernización del sector, ya que ha apostado por granjas con estabulación permanente, una mayor especialización y también profesionalización.
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