Es de sobra conocido que el ganado vacuno, especialmente el lechero intensivo, no pasa por su mejor momento en cuanto a éxito reproductivo se refiere. Los celos silenciosos o discretos, la complejidad para detectarlos, los problemas de fertilidad, la dificultad de parto… Todo ello influye negativamente sobre los índices reproductivos y, en consecuencia, sobre la rentabilidad de la explotación, al alargarse los periodos improductivos.
La productividad y la rentabilidad de una granja se evalúan trimestralmente, semestralmente, anualmente, etc. Igual que no juzgaríamos los ingresos o pérdidas registrados únicamente durante una semana, no debemos valorar el éxito o fracaso de nuestras estrategias reproductivas vaca por vaca.
La fertilidad de cada animal está sujeta a multitud de variables individuales, como pueden ser su condición corporal, su estado de salud, su genética, errores concretos de manejo, haber sufrido estrés por calor… Identificar estos factores vaca por vaca no solo es prácticamente imposible, sino que además es poco relevante a nivel de la explotación.
Para obtener una imagen real del funcionamiento de nuestra granja y saber si estamos haciendo las cosas bien es necesario obtener registros de todos los animales y evaluarlos en su conjunto durante cierto intervalo temporal. Las tendencias que observemos serán un reflejo mucho más fiable de la realidad del rebaño, y servirán para establecer medidas correctoras sobre los puntos deficientes.
La condición corporal de las vacas es un reflejo del manejo de la alimentación. Animales demasiado delgados tendrán problemas de fertilidad y animales demasiado gordos tendrán problemas en el parto. Además, deficiencias nutricionales de vitaminas y minerales pueden causar trastornos que se reflejan en el éxito reproductivo.
La aparición de muchas enfermedades o problemas sanitarios es señal de errores de manejo, de bioseguridad, de nutrición… Las patologías más comunes (mastitis, problemas de pezuñas, desórdenes digestivos) suelen tener un amplio margen de mejora identificando y corrigiendo los fallos. Las enfermedades infecciosas bacterianas o víricas son menos predecibles, pero aplicar planes de vacunación y bioseguridad es de gran ayuda.
Un gran descenso en los indicadores reproductivos durante la temporada estival es indicativo de que los animales están sufriendo estrés por calor. Incorporar más sistemas de refrigeración, mejorar los existentes o cambiar la genética de la explotación por animales más resistentes son algunas opciones para reducir el impacto del calor.
Parámetros inferiores a lo deseable en cuanto a tasas de inseminación y de concepción pueden significar que se están cometiendo errores de manejo a la hora de detectar celos y de aplicar la inseminación artificial de la manera adecuada y en el momento oportuno.
Puede ocurrir que, aunque se hagan las cosas bien, los animales sigan sin darnos los resultados esperados. En estos casos la causa puede estar en la genética empleada: el semen de machos lecheros que se compra para obtener la reposición. Cambiar la genética de la granja suele ser una inversión costosa en dinero y tiempo, pero que puede dar grandes beneficios a largo plazo.
Algunos de los objetivos principales a nivel colectivo para vacas adultas lecheras y nodrizas se recogen en la siguiente tabla:
En el caso de las novillas, los objetivos a considerar son otros. Destacamos el peso en la primera inseminación (60% del peso adulto), el porcentaje de novillas con ciclos estrales estables a los 15 meses de edad (>95%) y la edad al primer parto (<24 meses).
Estos y otros parámetros o indicadores reproductivos se explican en profundidad en el artículo Vacas de leche: qué hacer para mejorar la reproducción.
Para analizar todos los datos recogidos, inspeccionar la explotación para identificar los fallos, relacionarlos con los resultados obtenidos y proponer puntos de mejora es fundamental la asesoría del veterinario de la explotación y de servicios de consultoría especializados, como los que ofrece Ceva Salud Animal. En Ceva nos diferenciamos por ofrecer, además de nuestros productos farmacéuticos y hormonales, un servicio pensado para nuestros clientes. Estamos especializados en la asesoría reproductiva de vacuno lechero: ayudamos analizando los datos reproductivos de la explotación y proponemos las áreas de mejora basadas en nuestra experiencia.
La optimización de la explotación es un trabajo en equipo: un ganadero interesado en mejorar y en aplicar las medidas que se le recomienden, un equipo de empleados bien formado y comprometido y un veterinario con conocimientos, implicado y que visite la granja con regularidad. Contar con un asesoramiento reproductivo especializado y aplicar medidas de mejora, ya sean de manejo o tratamientos hormonales, para lograr los objetivos reproductivos puede suponer un incremento de los beneficios de miles de euros.