La planificación reproductiva en ovino es una herramienta clave para mejorar la rentabilidad y sostenibilidad de las explotaciones ganaderas. Entre los aspectos fundamentales de esta planificación se encuentran los sistemas de cubrición, que permiten organizar los periodos reproductivos de forma estratégica.
En España, se han desarrollado diversos modelos que van desde una hasta cinco cubriciones al año, cada uno con sus ventajas, desafíos y aplicaciones prácticas.
Los sistemas de cubrición en ovino se clasifican según el número de ciclos reproductivos que se programan en un año. Estos sistemas permiten adaptar la producción a las necesidades del mercado, optimizar el uso de recursos y mejorar la eficiencia reproductiva.
La implementación de sistemas de cubrición múltiples permite mejorar la rentabilidad de la explotación al aumentar el número de partos por oveja y año. Además, facilita la adaptación a las demandas del mercado, mejora la eficiencia en el uso de instalaciones y recursos, y permite una mejor planificación de la mano de obra.
La toma de datos es fundamental para el éxito de cualquier sistema de cubrición. Permite evaluar la tasa de fertilidad, el intervalo entre partos, la eficacia de los tratamientos hormonales y la rentabilidad del sistema. El uso de herramientas digitales y software de gestión ganadera facilita el seguimiento y la toma de decisiones informadas.
La melatonina es una hormona que regula la estacionalidad reproductiva. Su administración permite inducir la actividad ovárica fuera de temporada, especialmente útil en sistemas de cubrición múltiples.
Las prostaglandinas se utilizan para sincronizar el ciclo estral, provocando la regresión del cuerpo lúteo y permitiendo una cubrición controlada. Son esenciales en programas de inseminación artificial y sincronización de celos.
Las esponjas impregnadas con progestágenos se colocan en la vagina de las ovejas para controlar el ciclo reproductivo. Se retiran tras varios días y se combinan con prostaglandinas o ECG para inducir el celo.
El ECG se administra tras la retirada de las esponjas para inducir la ovulación. Es especialmente útil en ovejas anéstricas o en sincronización de lotes para inseminación artificial.
La elección del sistema de cubrición adecuado depende de los objetivos productivos, los recursos disponibles y la capacidad de gestión de cada explotación.
La planificación reproductiva, apoyada en la toma de datos y el uso racional de tratamientos hormonales, permite mejorar la eficiencia, la rentabilidad y la sostenibilidad del sector ovino en España. El asesoramiento técnico y veterinario es clave para implementar con éxito estos sistemas.