El ácaro de la sarna en ovejas es un parásito externo que causa un picor muy intenso y perjudica la salud y productividad de nuestras ovejas. Para tratarlo no hay muchos productos donde elegir, pero afortunadamente existe un antiparasitario que permite continuar con el ordeño, ahorrándonos importantes pérdidas económicas.
Se conoce como sarna a un proceso de agresión persistente de artrópodos microscópicos llamados ácaros que parasitan la piel, excavando túneles y causando un picor muy intenso, tanto por el daño directo como por la reacción alérgica del animal hacia sus desechos, sobre todo las heces. En ovejas, los ácaros que más comúnmente encontramos en nuestro país son Psoroptes ovis y Sarcoptes scabiei var. ovis, cuya época de mayor actividad y proliferación es otoño e invierno.
Mediante programas de saneamiento, sacrificio y quema de cadáveres se ha conseguido erradicar este parásito de algunos países, como Australia, Canadá, Nueva Zelanda y EE. UU. En Reino Unido y Hungría se logró erradicar, pero volvió a aparecer.
Psoroptes ovis es el ácaro causante de la sarna en ovejas más grave y más difícil de eliminar, ya que sobrevive en el suelo unos 16 días y puede reinfestar a los animales. Es muy importante limpiar y desinfectar en caso de brote para eliminarlo de la explotación. Fuente: Alan R Walker bajo licencia CC 3.0.
Históricamente, la sarna en los animales, y particularmente la sarna en ovejas, se ha tratado de varias maneras, todas basadas en baños con productos eficaces pero contaminantes para el medio ambiente y cuya persistencia en la carne después se demostró que era dañina para el consumidor, por lo que actualmente están prohibidos.
Hoy en día se siguen realizando baños con compuestos organofosforados pero su utilización conlleva varios problemas. Para que la inmersión sea eficaz se debe sumergir a la oveja durante un minuto, sumergir la cabeza al menos una vez, que la lana haya sido esquilada como mucho dos semanas atrás, que el líquido esté fresco y que se renueve regularmente para mantener la concentración de producto. Evidentemente, si tenemos cientos de ovejas que tratar, y en los meses más fríos del año, esto es inviable. Y, además, existe un riesgo para el personal que realiza las inmersiones que se ve expuesto al químico, que tiene una toxicidad nada despreciable, por lo que en muchos países también se ha prohibido.
Por suerte, desde los años 80 contamos con otra familia de productos, las lactonas macrocíclicas, que son eficaces frente a los ácaros de la sarna, y su variedad de vías de administración facilita inmensamente el manejo. Entre ellas destaca la eprinomectina.
Este fármaco es una avermectina, similar a la ivermectina, que tiene una excelente eficacia eliminando a los ácaros causantes de la sarna sobre todo cuando se aplica por inyección subcutánea. Mata a los adultos y a las larvas, pero no a los huevos, por lo que se recomienda repetir la inyección 10 días despuésde la primera para dar tiempo a que los huevos eclosionen, pero sin que las larvas lleguen a madurar y poner nuevos huevos. Además, en el caso de Psoroptes ovis, se eliminan los ácaros procedentes del ambiente que hayan podido reinfestar a los animales durante ese tiempo.
Para facilitar el tratamiento y garantizar su éxito, el producto empleado debe cumplir unos requisitos que lo hagan idóneo. La eprinomectina inyectable reúne todos estos requisitos.
Un dato a tener en cuenta es que los signos clínicos no desaparecen inmediatamente aunque el tratamiento sea exitoso: la piel necesita tiempo para regenerar las áreas lesionadas, y el picor se mantiene hasta que se eliminen las heces y restos del parásito.
La eprinomectina está registrada para su uso como antihelmíntico en bovino, ovino y caprino, y como acaricida solo en bovino. Por tanto, para poder emplearlo el veterinario debe realizar una prescripción excepcional, siguiendo las normas de la prescripción en cascada.
A la dosis indicada para eliminar gusanos internos, este fármaco ofrece una ventaja innegable sobre otras avermectinas: su concentración en la leche en muy baja, por lo que se puede seguir ordeñando a la oveja y esa leche será perfectamente adecuada para la venta y el consumo (aunque si el veterinario considera oportuno aumentar la dosis, queda bajo su responsabilidad determinar un tiempo de espera suficiente para que no queden residuos en la leche). En carne, en cambio, persiste 42 días, por lo que normalmente no tiene sentido usarlo en corderos.
Además de lograr el objetivo de eliminar la sarna en ovejas, el tratamiento con eprinomectina durante la lactación tiene la ventaja añadida de mejorar la producción láctea en un 8%. Fuente: Termatzidou (2020).
Por último, es necesario considerar medidas de prevención y control complementarias al tratamiento farmacológico reactivo: