Principales zoonosis en rumiantes

La Organización Mundial de la Salud, OMS, afirma que alrededor del 60% de las enfermedades infecciosas emergentes en el mundo proceden de animales salvajes o domésticos. Asimismo, también asegura que el 75% de los nuevos patógenos humanos detectados en las tres últimas décadas tenían su origen en los animales.

Por ello cada vez más se habla de considerar la salud humana, animal y ambiental como "una sola salud" ya que todas están estrechamente relacionadas, concepto que se ha popularizado bajo su nombre en inglés "One Health".

Las enfermedades o infecciones transmisibles (de manera directa o indirecta) entre los animales y las personas se conocen como zoonosis. Estas se dividen entre zoonosis alimentarias, que son aquellas que se transmiten a través del consumo de alimentos, y las no alimentarias, que son las patologías que se contagian mediante contacto con el animal (rabia o hidatidosis) o a través de vectores como los mosquitos y las garrapatas.

Según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en los últimos años se ha incrementado el número de casos de algunas zoonosis, y entre las causas de este crecimiento se encuentra la globalización (que ha traído un mayor tráfico internacional de animales, alimentos, personas y enfermedades), así como otros factores como la intensificación de algunas ganaderías, el contacto de la fauna salvaje con la doméstica o la aparición y difusión de la resistencia a los antibióticos.

De hecho, esta última se conoce como resistencia antimicrobiana, es uno de los principales problemas de salud pública (animal y humana) y por ello posee unas medidas específicas, con enfoque multisectorial, tanto a nivel internacional, europeo como nacional.

Zoonosis

Las zoonosis pueden estar causadas por un virus, una bacteria o un parásito. Algunas se transmiten a través del contacto directo con un animal infectado, otras por contacto indirecto o material contaminado y unas terceras a través de vectores (mosquitos o garrapatas). Por ello, aquellas personas que, como ganaderos, veterinarios (incluso dueños de mascotas) tienen un estrecho contacto con los animales presentan un mayor riesgo de padecer este tipo de enfermedades.

Actualmente, gran parte de las patologías que originen una zoonosis se pueden controlar a través de unas pautas preventivas adecuadas. Además, tal y como se ha apuntado, dichas medidas exigen una actuación coordinada a nivel europeo (por el Centro de prevención y control de enfermedades, ECDC, y la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, EFSA) y a nivel nacional (por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, AESAN y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación).

Desde esta última institución, anualmente se elabora el informe “Zoonosis Una Sola Salud”, en el que se analiza la situación epidemiológica de cada enfermedad, valorando también las medidas que se han puesto en marcha.

Zoonosis en rumiantes

Según el último “Zoonosis Una Sola Salud”2022 publicado por el Ministerio de Agricultura, las enfermedades más habituales en rumiantes son: tuberculosis, brucelosis, la toxoplasmosis y la fiebre Q.

La tuberculosis más común en animales es la bovina, y aunque existen programas nacionales de control, su presencia de la bacteria en la fauna silvestre conlleva a que cada cierto tiempo aparezcan nuevos casos. De hecho, en el ganado bovino español, la prevalencia de la tuberculosis fue bajando hasta los años 2015 y 2016, cuando hubo un importante repunte; en 2022 la prevalencia se redujo hasta 1,40%, cifra que se traduce en 1.422 rebaños positivos, principalmente en ganado de lidia o rebaños de aptitud cárnica. En el mismo año, en España se detectó la tuberculosis bovina en 41 personas, el doble que el año anterior.

La brucelosis es una enfermedad bacteriana común, (la décima zoonosis más frecuente en la Unión Europea) que también afecta al ganado vacuno, así como al ovino y caprino. En los animales se manifiesta en abortos y en infertilidad, lo que ocasiona pérdidas económicas al ganadero. En España, durante décadas, las administraciones públicas han llevado a cabo importantes campañas de saneamiento en brucelosis, gracias a la cual, en 2022 el 100% de los rebaños de bovino y ovino dieron negativo, por lo que dicho año se le reconoció como país oficialmente libre de brucelosis.

La toxoplasmosis es una enfermedad zoonósica causada por un parásito que se produce cuando un animal o un ser humano consumen alimentos contaminados. Aunque muchas veces se relaciona con gatos y cerdos, las ovejas y las cabras también son dos de las especies más afectadas. De hecho en 2022 en España se analizaron 153 muestras en ovino y caprino de las que 15 fueron positivas, más en caprino que en ovino.

La fiebre Q es la octava zoonosis de la Unión Europea, es muy contagiosa (se transmite a través de unas estructuras parecidas a las esporas) y aunque puede afectar a numerosas especies salvajes y domésticas, sus reservorios más comunes son el ganado vacuno, el ovino y el caprino. La enfermedad en animales no produce síntomas, pero sí alteraciones reproductivas o infertilidad. En España, en 2022, se muestrearon 222 rebaños y el 33% fueron positivos, habiendo una mayor prevalencia (el 70%) en el ganado caprino.

Los casos de fiebre Q ocurren en trabajadores cuyas ocupaciones implican un contacto cercano con animales de granja o sus productos.

Por otra parte, un grupo importante de zoonosis son las Encefalopatías Espongiformes transmisibles (EETs) que tuvieron una importante repercusión a principios del siglo XXI con la Encefalopatía Espongiforme Bovina, EEB. Este grupo de enfermedades neurodegenerativas letales se producen por un prión, una proteína celular que se transforma en un agente infeccioso. En rumiantes existen dos tipos: la Encefalopatía Espongiforme Bovina y el Scrapie o Tembladera en ovino y caprino.

En el caso de la EEB España tiene, desde 2016, el reconocimiento como país con estatus de riesgo insignificante (desde dicho año, se han detectado ocho focos en el país). En Scrapie, según el informe de seguimiento del Ministerio de Agricultura, en el año 2022 se declararon 25 focos (20 en ovino y cinco en caprino), con 149 pequeños rumiantes positivos.

Planes de erradicación

Aunque los casos de EET van decreciendo, desde principios de siglo XXI se mantiene un “Programa Integral coordinado de vigilancia y control de las encefalopatías espongiformes transmisibles de los animales”.

Respecto a la situación de brucelosis ovina y caprina, aunque España fue declarada en 2022 libre de ella, se han elaborado planes de vigilancia hasta 2030. En el caso de la tuberculosis bovina se mantiene el programa nacional de erradicación y en el de la Fiebre Q existe un programa de vigilancia y protocolo de control.

Es importante que el ganadero de rumiantes conozca, no sólo las enfermedades que puede afectar a su ganado, si no los programas de erradicación, vigilancia o control para que, en el momento en el que detecte un posible caso, lo comunique al veterinario responsable de la explotación y se pongan en marcha los protocolos de actuación. Ya que, tal y como afirma el principio de “Una sola salud” o “One Health”, el buen estado de los animales repercute en el bienestar ambiental y en el de los humanos