Salmonelosis ovina: Una amenaza para la ganadería ovina

salmonelosis ovina

La salmonelosis ovina son un conjunto de infecciones bacterianas causadas por diversas serovariedades de Salmonella. En general, las bacterias del género Salmonella pueden afectar a una gran variedad de animales, tanto domésticos como silvestres y también pueden transmitirse a los humanos, generando un riesgo de salud pública.

Entre los mamíferos afectados se incluyen animales domésticos como ovino, caprino, vacas, cerdos y caballos, mientras que, en aves, los pollos son particularmente vulnerables a la infección.

Las aves y reptiles (tortugas, lagartos…) son reservorios y transmisores comunes de la infección zoonótica, la cual puede ser diseminada a través de alimentos, agua o superficies contaminadas.

En cuanto a la salmonelosis ovina, la transmisión ocurre mayormente entre animales a través de contacto directo con animales infectados o superficies contaminadas. Las bacterias pueden propagarse rápidamente si no se implementan medidas adecuadas de higiene y manejo.

Salmonella abortus ovis: Etiología y características principales

Salmonella abortus ovis es una bacteria del género Salmonella que afecta principalmente a las ovejas, y eventualmente a las cabras. Se trata de una bacteria Gram-negativa que suele transmitirse por contacto directo entre animales infectados, a través de fluidos corporales secreciones vaginales, placenta, fetos abortados, animales recién nacidos infectados, heces animales, calostro, superficies contaminadas y, en raras ocasiones, por leche contaminada.

Las ovejas pueden ser infectadas por vía oral, por vía conjuntival o por vía respiratoria. El contagio venéreo parece ser posible, aunque de importancia secundaria.

Los principales signos clínicos en las ovejas incluyen aborto en la última fase de la gestación (segunda mitad o último tercio). Se ha observado que hasta un 30% de los animales pueden abortar en rebaños infectados cuando el agente ha sido introducido recientemente en un rebaño. Cuando es endémico, los abortos son esporádicos en animales jóvenes y en animales recién introducidos al rebaño.

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La mayoría de las hembras parecen estar sanas de cualquier manera, aunque algunos animales presentan fiebre transitoria. Pueden apreciarse secreciones vaginales durante algunos días antes y después del aborto. La diarrea es poco frecuente. Algunas hembras pueden desarrollan metritis postparto y peritonitis a partir de bacterias invasoras secundarias.

Los corderos también pueden nacer muertos o morir a las pocas horas de haber nacido por septicemia. En ocasiones, los corderos parecen saludables y sin embargo, mueren en tres semanas; algunos presentan diarrea o síntomas de infecciones pulmonares.

Las pérdidas económicas se derivan de la disminución de la producción en los rebaños afectados por esta salmonelosis ovina, a causa de abortos, animales mortinatos y enfermedad en corderos infectados al nacer. Las hembras pueden desarrollar metritis y septicemia.

Diagnóstico

Debe sospecharse de infección por Salmonella abortus ovis en ovejas que abortan en las últimas fases de gestación o han parido corderos mortinatos. Como ya hemos indicado, generalmente, las hembras manifiestan pocos signos de enfermedad, a menos que la placenta sea retenida y desarrollen metritis.

La inspección veterinaria post mortem de las lesiones en el feto, placenta y útero de las hembras que mueren por septicemia es también un punto importante.

En cuanto al diagnóstico laboratorial, se realiza aislamiento bacteriano y PCR para Salmonella spp. a partir de frotis directos de las secreciones vaginales, la placenta y el contenido del estómago del feto abortado.

.Patologías en rumiantes

Comparación con Clamidia abortus y Fiebre Q

A modo comparativo, otras de las causas de aborto más frecuentes en ovino, como Chlamydia abortus y la fiebre Q (Coxiella burnetii), suelen provocar un mayor porcentaje de abortos.

La clamidia es particularmente problemática debido a su capacidad para causar brotes de aborto en cadena, con tasas de hasta el 50% en algunos casos, mientras que la fiebre Q, aunque menos común, también puede afectar a otros animales y humanos.

Si bien es cierto que Salmonella abortus ovis tiene un impacto menor en términos de porcentaje de abortos, sigue siendo un desafío para los ganaderos debido a su capacidad su capacidad para persistir a nivel subclínico, causado pérdidas para las explotaciones ovinas.

¿Un riesgo para los humanos?

Aunque las infecciones por Salmonella en humanos son comunes, la cepa Salmonella abortus ovis rara vez afecta a personas. Es importante destacar que la transmisión a humanos es inusual, pero no imposible. Los trabajadores que manejan ovejas infectadas o materiales contaminados, como fluidos de aborto, corren un ligero riesgo. En casos excepcionales, la manipulación de leche cruda o carne sin cocinar adecuadamente podría representar una vía de infección, aunque los casos reportados son extremadamente raros.

Otras especies de Salmonella, sin embargo, sí son una preocupación para la salud pública debido a su capacidad para causar salmonelosis en humanos. Salmonela entérica, por ejemplo, es una de las principales causas de intoxicación alimentaria a nivel global, siendo transmitida a través de alimentos de origen animal contaminados, como carne de ave o huevos crudos. Es fundamental que los ganaderos implementen estrategias de bioseguridad estrictas para evitar la contaminación cruzada entre animales y humanos.

Medidas Preventivas y Control

La prevención de Salmonela abortus ovis en los rebaños ovinos depende de prácticas de manejo adecuadas, incluyendo:

  1. Aislamiento de ovejas infectadas o que hayan sufrido abortos para evitar la propagación de la bacteria a otros animales.
  1. Desinfección regular de instalaciones y manejo adecuado de productos como la placenta o fluidos procedentes de los abortos.
  1. Vacunación. Aunque no siempre está disponible en todas las regiones, es una medida eficaz en los lugares donde se comercializa.
  1. El control del estrés y una nutrición adecuada, también son esenciales para mantener la salud general del rebaño y reducir la susceptibilidad a infecciones.

En conclusión, aunque la Salmonella abortus ovis no tiene el impacto masivo de otras infecciones ovinas, representa una amenaza constante para la producción si no se maneja adecuadamente. Los ganaderos deben estar atentos a los signos de infección y aplicar medidas preventivas para proteger la salud de sus animales, evitar las pérdidas económicas que conlleva y reducir los riesgos potenciales para la salud humana.

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Equipo Ceva Salud Animal

Acerca del autor

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