Qué comen las ovejas: de lo más básico a lo más elaborado

Qué comen las ovejas

¿Sabes qué comen las ovejas?Las ovejas se alimentan principalmente de forraje, al que se añade pienso concentrado de cereales para aumentar la ingesta energética en momentos concretos de la producción. En este artículo vamos a ver qué transformaciones pueden sufrir estos productos y en qué formatos se comercializan, y vamos a hacer un repaso de las opciones de subproductos agrícolas que existen y que pueden aprovecharse para alimentación animal.

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¿Qué comen las ovejas?

Las ovejas son animales herbívoros rumiantes muy versátiles, capaces de alimentarse de una gran variedad de especies vegetales y sus derivados más o menos transformados:

  • Pastoreo directo: hierbas, tallos, flores, hojas de matorral, rastrojos… Cuanta mayor sea la variabilidad de especies vegetales, mejor será su calidad nutricional. Varía mucho su disponibilidad dependiendo de la época del año, y requiere que el animal se desplace activamente, gastando energía. Es la base nutricional de la ganadería extensiva.
  • Paja de cereal: subproducto del cultivo de cereales, son plantas con tallos bastante leñosos, por lo que su valor energético y nutricional no es muy alto. Sin embargo, contienen mucha fibra y son imprescindibles para mantener el equilibrio ruminal. Los principales problemas son la baja palatabilidad y el volumen que ocupa almacenado en la explotación.
  • Forraje fresco: puede ser cultivado o silvestre, son hierbas verdes que el ganadero corta y administra a sus animales sin desecar. Conserva más vitaminas que el seco, pero su elevado contenido en agua hace que sea susceptible al crecimiento de microorganismos y no se conserve en el tiempo, por lo que se debe consumir inmediatamente. La producción no está garantizada todo el año.
  • Heno: el heno es forraje que se seca hasta que tiene menos del 20% de humedad, gracias a máquinas desecadoras o al secado al aire libre en el propio campo tras ser cortado. Gracias a la pérdida de humedad disminuye la actividad de los microorganismos, y por tanto se puede almacenar el alimento más tiempo. Su elaboración al aire libre es dependiente del clima, ya que requiere una humedad ambiental baja y que no llueva, por lo que en muchas zonas no es posible. Si el proceso dura demasiado, dará tiempo a que crezcan microorganismos potencialmente patógenos, como hongos.

Qué comen las ovejas

El heno, para mantener mejor sus propiedades, debe tener un color verde claro. Si es muy marrón es que se ha desecado en exceso y se ha “quemado” al sol, y habrá perdido casi toda la vitamina A que contenía.

 

  • Forraje deshidratado en forma de pellets: requiere una importante inversión económica inicial, ya que la deshidratación y compactación se llevan a cabo con maquinaria especializada. Es muy estable microbiológicamente y esta compactación economiza mucho el espacio. En España es muy habitual encontrar la alfalfa en este formato.
  • Ensilado: esta técnica permite conservar los forrajes húmedos gracias a la acidificación, que limita el crecimiento de microorganismos. Su elaboración es relativamente compleja y requiere una inversión moderada, pero permite obtener un producto final nutritivo, muy palatable y estable microbiológicamente. Los vegetales que pueden ensilarse son aquellos que tienen un alto contenido en agua y en hidratos de carbono, lo cual incluye plantas forrajeras y subproductos agrícolas, por ejemplo, la caña del maíz, la remolacha…
  • Concentrado (pienso): es la mezcla de granos de cereales que se suministra para aumentar la energía de la ración, necesario, por ejemplo, en el último tercio de gestación y al principio de la lactación. Puede encontrarse molido en forma de harinas o de pellets compactados, o sin moler. Es más caro y entra en conflicto con la alimentación humana, ya que son productos vegetales que las personas sí pueden consumir, a diferencia de los forrajes.
  • Melazas: son líquidos densos procedentes de la obtención de azúcar a partir de caña de azúcar o de remolacha azucarera. Como aditivo aumentan la palatabilidad de cualquier alimento por su alto contenido en azúcares, y mejoran la aglomeración de los piensos harinosos.

Los subproductos agrícolas tienen una segunda vida

Hay muchos subproductos que se han utilizado históricamente y están asumidos como parte de la producción, como es el caso de la paja de cereales. Esto puede deberse a que los agricultores de cereal generalmente eran también ganaderos, y el aprovechamiento era la opción más lógica, barata y cercana geográficamente. En cambio, otros cultivos, como la vid, el olivo o la huerta de invernadero, no han sido aprovechados de esta manera ya que sus propietarios no suelen ser también ganaderos, y no tienen necesariamente granjas cerca. Más alejadas aún (figuradamente) se encuentran las plantas de procesado de alimentos vegetales, que también generan muchos desperdicios que pueden ser destinados a la alimentación animal.

Algunos subproductos agrícolas con demostrada utilidad en la alimentación del ganado ovino son:

  • Cañas y zuros, son subproductos del maíz y del sorgo. La caña es el tallo que queda tras recolectar la mazorca, y el zuro es el corazón de la mazorca que queda tras desgranarla. El ensilado de toda la planta del maíz es una práctica muy instaurada en plantaciones destinadas a consumo animal, pero no tanto el ensilado de los subproductos de la obtención de mazorcas para consumo humano.
  • Corona de remolacha, es la parte donde se insertan las hojas, que se retira con ellas ya que no contiene azúcar. Es ideal para ensilar, añadiendo 1% de sal para compensar el exceso de potasio.
  • Ramas y hojas de la poda de olivos.
  • Hojas y sarmientos de vides.
  • Envoltura externa verde y cáscaras de almendras, nueces, castañas, anacardos...
  • Desperdicios horto-frutícolas: restos de la planta de brócoli, col, coliflor, alcachofa, etc., pulpa y pieles de frutas procedentes de la fabricación de zumos, e incluso piezas enteras que se rechazan por defectos estéticos.
    • En esta categoría encontramos una empresa pionera en España, Frutilados de Poniente, una cooperativa de agricultores de la huerta almeriense que elabora ensilados hechos con desechos de la fruta y excedentes de producción, que se destinan al ganado ovino de la zona.
  • Subproductos de destilería o de la fabricación de

El aprovechamiento eficaz de subproductos se encuentra con dos retos: uno, la dificultad de establecer una composición nutricional estándar para cada parte que se retira de cada vegetal, ya que variará mucho en cada ocasión; y dos, la capacidad de transportar estos subproductos en fresco a las explotaciones ganaderas para su consumo inmediato, o arriesgarse al empeoramiento nutricional y sanitario si la distribución tarda más de 48 horas.

El primer punto es más controvertido, habría que realizar estudios exhaustivos, pero con tanta variabilidad y mezclas que se hacen, es muy difícil de concretar. En cambio, el segundo punto se puede resolver gracias al ensilado sistemático de los subproductos, mezclados con forrajes o no, y con los aditivos oportunos.

Qué comen las ovejas

En 1965, el Ministerio de Agricultura ya publicó un boletín llamado “Subproductos agrícolas para la alimentación del ganado ovino”, en el que se exponían los beneficios de este aprovechamiento de los recursos. Mucho ha cambiado desde entonces, pero algunos retos siguen vigentes.

 

Esto es la economía circular

El aprovechamiento de todos estos subproductos al decidir qué comen las ovejas permite reducir los desechos de la producción de alimentos vegetales para las personas, reciclando estos nutrientes de forma que puedan ser transformados en proteína animal; asimismo, permite reducir la cantidad de terreno cultivable destinado a alimentación animal, y poder producir más para consumo humano; por último, es una buena fuente de ingresos extra para los productores, y un ahorro para los ganaderos respecto a la compra de concentrados.

La relación estrecha y la colaboración entre los sectores agrícola y ganadero permite que se genere una economía circular: los animales se alimentan de productos y subproductos de la agricultura y el campo se beneficia de los purines y estiércoles que genera la ganadería, disminuyendo el gasto en fertilizantes químicos y la contaminación ambiental.

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Equipo Ceva Salud Animal

Acerca del autor

Ceva es una empresa impulsada por la investigación mundial en salud animal: investigamos, desarrollamos, fabricamos y suministramos soluciones de salud innovadoras para todos los animales. Como parte de nuestro día a día, desarrollar herramientas y servicios para las explotaciones ganaderas es una de las prioridades de Ceva, por eso queremos ser un referente para el sector más allá de nuestros productos.

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