La gestión reproductiva se consolida como uno de los pilares fundamentales para garantizar la rentabilidad y sostenibilidad de las explotaciones bovinas. La aplicación de protocolos de fertilidad y un control reproductivo riguroso permiten optimizar los resultados productivos y reducir los intervalos entre partos, mejorando así la eficiencia global de las ganaderías.
Según Daniel Pontés, veterinario y responsable de Lleidavet, empresa que desarrolla su actividad en las provincias de Lleida y Huesca, ofreciendo asesoramiento técnico en recría, prevención de enfermedades, control de calidad de la leche y manejo sanitario integral, “los protocolos de fertilidad actuales son suficientemente flexibles y adaptables para aplicarse en cualquier tipo de explotación bovina”.
La sincronización entre la inseminación y la ovulación se presenta como un factor determinante para el éxito de estos programas, ya que permite alcanzar mejores porcentajes de preñez y un aprovechamiento más eficiente de los recursos.
Tecnología y precisión en la detección de celos
Los avances tecnológicos también han transformado la detección de celos, que ha ganado en precisión gracias al uso de sensores y programas de gestión especializados. No obstante, su eficacia depende de la correcta interpretación de los datos y del comportamiento del animal. Tal como apunta Pontés, “estos sistemas son muy eficientes, siempre que la vaca muestre el celo y el operario sepa interpretar las señales correctamente”.
Más allá del beneficio comercial
“Iniciativas como la campaña Reproduction de CEVA reflejan -finaliza el veterinario- un enfoque que trasciende la mera promoción de productos, al apostar por la mejora técnica y la profesionalización del sector ganadero”. Proyectos como Reproduction contribuyen a consolidar una ganadería moderna, basada en el conocimiento, la tecnología y la sostenibilidad como ejes de desarrollo.
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