Cuando hablamos de medicamentos veterinarios, solemos pensar en vacas, cerdos o pollos. Pero, ¿qué pasa con los conejos, las cabras o incluso las abejas? Estos animales, aunque menos comunes en la gran industria, también necesitan cuidados veterinarios específicos. Aquí es donde entran en juego las especies menores y su particular regulación.
En producción animal, las especies menores son aquellas que no se crían de forma masiva o que tienen un mercado más limitado. En España (y en general en la Unión Europea), se consideran especies menores a:
Estas especies suelen tener menos medicamentos autorizados, lo que complica el tratamiento de enfermedades y el cumplimiento de normativas sobre residuos en productos de origen animal.
Los productos veterinarios se agrupan en varias categorías, según su uso y composición:
Cada uno de estos productos debe pasar por un proceso de evaluación y autorización antes de poder comercializarse.
En España, el organismo encargado de autorizar y registrar estos productos es la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), a través de su plataforma RAEVET. También puedes consultar el Registro de Productos Zoosanitarios del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).
En estas plataformas puedes buscar por nombre comercial, principio activo, especie animal o tipo de producto.
En general, los medicamentos veterinarios que contienen principios activos con efectos farmacológicos, como antibióticos, antiinflamatorios, vacunas o antiparasitarios sistémicos, requieren receta veterinaria. Esto incluye tanto medicamentos inyectables como orales o tópicos.
Por otro lado, productos como desinfectantes, insecticidas de uso ambiental, productos de higiene o algunos suplementos nutricionales no suelen requerir receta, siempre que no contengan sustancias sujetas a prescripción.
Para saber con certeza si un producto necesita receta, puedes consultarlo en el CIMA Vet de la AEMPS, donde se especifica esta información para cada medicamento autorizado.
Aquí es donde entra el concepto de uso menor o uso excepcional. Si no existe un medicamento autorizado para una especie concreta, se puede solicitar una autorización especial para usar un producto aprobado en otra especie, siempre bajo control veterinario y cumpliendo con los tiempos de espera para evitar residuos en alimentos.
El registro de productos veterinarios para especies menores es un tema clave para garantizar la salud animal y la seguridad alimentaria. Aunque estas especies no sean las más comunes en la ganadería industrial, su bienestar también importa, y contar con medicamentos adecuados es fundamental.
Si trabajas con especies menores o estás interesado en el tema, te animo a explorar los registros oficiales y, ante cualquier duda, consultar con un veterinario especializado.