Juntos, más allá de la salud animal

Productividad en granjas de ovino y caprino

Escrito por Javier Acosta Ledesma | Feb 5, 2025 10:29:14 AM

La gestión adecuada de una granja de pequeños rumiantes se basa en cinco pilares fundamentales, que garantizan la salud y productividad de los animales. Estos pilares son esenciales para el funcionamiento óptimo del establecimiento ganadero.

La alimentación

La alimentación en granjas de pequeños rumiantes, ovejas y cabras, es un aspecto esencial para garantizar su salud, reforzando su sistema inmunitario, la productividad y el bienestar.

Los requerimientos nutricionales varían según la etapa productiva: durante la gestación o lactancia, las hembras necesitan dietas con mayor contenido de energía y proteínas. También se recomienda incluir minerales como calcio y fósforo, y proporcionar bloques o sales minerales para prevenir deficiencias.

El pastoreo es una práctica común y beneficiosa, ya que permite a los animales consumir una variedad de plantas y realizar ejercicio. Sin embargo, en períodos de escasez, como el invierno o la sequía, es crucial suplementar su dieta con heno, ensilado o subproductos agrícolas.

La planificación de la alimentación debe adaptarse a las condiciones climáticas y a las necesidades específicas del rebaño, siempre priorizando una nutrición balanceada para maximizar la producción y mantener a los animales saludables.

Estado sanitario de la granja

El estado sanitario y la prevención de enfermedades son esenciales para la productividad en granjas de pequeños rumiantes. La prevención de enfermedades incluye programas adecuados de vacunación, la desparasitación y buenas prácticas de manejo y bioseguridad. Invertir en salud animal reduce riesgos, mejora la eficiencia y asegura la sostenibilidad de la granja.

La planificación reproductiva

La planificación reproductiva en granjas de pequeños rumiantes es esencial para optimizar la productividad, y mantenerla a lo largo de todo el año, evitando la estacionalidad en la producción.

Es además clave para organizar las tareas y el calendario de trabajo en la granja, facilitando la gestión del personal y mejorando la eficiencia operativa.

Al planificar, se reduce el riesgo de enfermedades reproductivas y se optimiza el manejo del rebaño.

Todo ello aumenta la rentabilidad, mejora el bienestar animal y asegura la sostenibilidad de las explotaciones a largo plazo.

El empleo de tratamientos hormonales

Nos permiten precisamente reducir la mencionada estacionalidad de las producciones, tan marcada en los pequeños rumiantes, mejorando los resultados positivos de las ecografías en época de primavera-verano. Esto significa parideras mejores en otoño, mayores producciones de carne y leche y, por tanto, mejor eficiencia y rentabilidad de la granja.

El cuidado de los machos

A pesar de ser en ocasiones los grandes olvidados, en las granjas de pequeños rumiantes, los machos desempeñan un papel crucial en la reproducción y la mejora genética del rebaño, por lo que no deben ser descuidados. Un macho sano y bien manejado garantiza tasas de fertilidad altas, nacimientos regulares y la perpetuación de características deseables en la descendencia.

Es por ello necesario proporcionarles una nutrición y cuidados sanitarios adecuados, especialmente en épocas de apareamiento, ya que esto afecta directamente su desempeño reproductivo.

Finalmente, la selección de machos con buenas características genéticas contribuye a la mejora continua del rebaño, impactando positivamente en la productividad y sostenibilidad de la granja.

Según explica Javier Acosta, técnico en pequeños rumiantes de Ceva Salud Animal, en la atención y el cuidado de estos cinco pilares está la clave para mejorar la productividad, la rentabilidad y, por ende, alcanzar el éxito en una granja de pequeños rumiantes.