Los problemas de parásitos en ovejas son muy frecuentes, porque viven al aire libre casi todo el tiempo y en estrecho contacto con su entorno durante el pastoreo, que es donde se completan los ciclos biológicos de los parásitos.
Las parasitosis de las ovejas se clasifican en dos tipos:
Los parásitos gastrointestinales de las ovejas suponen uno de los problemas sanitarios más importantes en las explotaciones:
Los parásitos gastrointestinales se alojan en el abomaso o en el intestino, donde succionan sangre y jugos gástricos, e interfieren en la digestión. En las explotaciones modernas, con buen estado sanitario, es menos frecuente que los parásitos gastrointestinales causen enfermedades aparentes.
El método más extendido y eficaz para el control de parásitos en ovino es el empleo de antiparasitarios. La desparasitación en sábana consiste en administrar un antiparasitario a todos los animales del rebaño, para cortar los ciclos y reducir la cantidad de parásitos que albergan en el organismo, o la carga parasitaria.
La desparasitación en sábana se suele hacer una o dos veces al año coincidiendo con el periodo seco, ya que la aplicación de muchos antiparasitarios autorizados obliga a respetar el periodo de retirada en leche, a excepción de la eprinomectina.
Los antiparasitarios se pueden aplicar a las ovejas en varias maneras:
La eprinomectina es un antiparasitario inyectable de la familia de la ivermectina. Tiene alta potencia de acción, con la ventaja de que es muy eficaz eliminando parásitos con una dosis baja.
Los estudios realizados para valorar su eficacia demostraron que las ovejas tratadas con eprinomectina produjeron un 8 % más de leche, la ganancia de peso de los corderosdesparasitados con eprinomectina fue de 1,5 kg superior en comparación con los no tratados, y se redujo su carga parasitaria. Esto se tradujo en unos beneficios adicionales de 18 € por oveja y por lactación.
Las ventajas de tratar con eprinomectina inyectable durante la lactación son: