Aunque vacuno, ovino y caprino son unas de las ganaderías que más se alimentan a través de pastos, normalmente, dicha alimentación se suele complementar en la granja con piensos alimenticios; y en épocas de sequía, (como la actual) dicho pienso animal alcanza una mayor importancia, ya que pasa de ser un complemento a convertirse en la principal comida del ganado, por lo que su coste es esencial para mantener la rentabilidad del mismo.
Actualmente, la situación de los precios de los piensos para animales es una de las mayores preocupaciones de los ganaderos, ya que se encuentran en cifras récord.
Según el informe que elabora el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, a finales de julio de 2022 (precios de la semana 30 del año) el precio de los piensos dirigidos a rumiantes había crecido entre un 30% y un 43% más respecto a la misma semana del año pasado.
Los que más habían aumentado eran los piensos de cebo para vacuno y ovino y los que menos el pienso de ración completa para vacuno lechero. El resto del tipo de piensos (ovino y caprino lechero, complementario o de ración completa) se encontraba entorno a un 38% y 40% más que en 2021. Por ejemplo, el precio del pienso para el cebo de vacuno iba a mediados de 2022 a 428,27 €/Tn., el de cebo para corderos a 416,78 y el destinado al ovino lechero (ración completa) a 299,90 €/Tn.
¿Pero a qué se debe este importante incremento de los precios de los piensos para animales? Pues al imparable aumento de su principal materia prima: los cereales.
Desde el tercer trimestre de 2020 los mercados mundiales de cereales están experimentando un continuo crecimiento de sus precios. Entonces, (a finales de 2020), las cotizaciones del maíz comenzaron a subir principalmente por dos factores: el impredecible consumo de China (que inesperadamente comenzó a consumir cereal) y a la falta de stocks mundiales suficientes. Ese aumento en el maíz, se trasladó al resto de cereales, en mayor medida a aquellos que también se dedican a la elaboración del pienso, como la cebada.
A pesar de las buenas cosechas que hubo en en España durante las pasadas campañas de 2020 y 2021, los precios se mantuvieron altos durante la primera mitad de 2021, precios posteriormente aumentaron más a raíz del incremento de otras materias primas como los combustibles.
De hecho, algunos expertos en mercados de cereales señalan que mientras los precios de las energías sigan altos, el de los cereales también lo estará, ya que mientras haya demanda, parte de ellos se destinarán a la producción de biocombustibles y no entrarán en la cadena alimentaria.
Por si fuera poco, desde el pasado 24 de febrero de 2022, (fecha en la que Rusia invadió Ucrania), las cotizaciones de los cereales se dispararon, ya que Ucrania, (y también Rusia, aunque en menor medida), es uno gran productor mundial de cereal, llegándose a calificar como “el granero de Europa”.
Según las estadísticas de los precios medios nacionales elaboradas por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en el último año, el precio de la cebada para pienso se ha incrementado un 59% respecto a 2021, pero ha superado el 100% si se compara con los precios de 2020 (estimación basada en la semana 30, que es a finales de julio).
Algo similar ocurre con el maíz, (otro de los cereales cuyo principal destino es la alimentación animal), que comparando la semana 30 de 2021 y 2022 ha subido su precio en un 33%, pero si se comparan los precios actuales con los de 2020 son un 94% más.
Así, por ejemplo, el precio de la cebada para pienso a mediados de 2022 ha sido de 327,70 €/Tn y el de maíz de 352,15 €/Tn.
De esta manera, el coste de los piensos animales pone en una complicada situación a muchas explotaciones de rumiantes, más en años de sequía como el actual, cuando además el pasto escasea en algunas zonas de España.
Aunque durante las últimas semanas el precio del cereal ha comenzado una tendencia descendente, todo hace presagiar que, en líneas generales, sus precios seguirán altos, por lo que es esperable que el coste del pienso también.