La peste bovina ha sido la segunda enfermedad infecciosa que se ha erradicado en el mundo en 2011. La primera fue la viruela humana en 1980. Estos son dos hitos importantísimos en la historia de la humanidad, ya que se ha demostrado que se pueden eliminar enfermedades que causan terribles epidemias.
La peste bovina está causada por la infección de un virus de la familia Paramyxoviridae y el género Morbillivirus. Este virus afecta a todos los animales de pezuña hendida, principalmente el ganado vacuno, pero también los búfalos y otros rumiantes silvestres como los antílopes, los ñus e incluso las jirafas. Esto hace que el control sea más complicado si el ganado doméstico entraba en contacto con los animales silvestres.
La peste bovina ha sido la enfermedad infecciosa del ganado vacuno más letal de la historia. El virus es tan contagioso que, cuando entra en un rebaño, todos los animales se infectan en un tiempo muy corto. Los animales se transmiten el virus entre ellos por las secreciones respiratorias. La mortalidad es muy alta: todo el ganado enfermo muere en unos 10 a 15 días. Esto, por supuesto, supone unas pérdidas económicas devastadoras.
La peste bovina procede de Asia Central, y se propagó rápidamente a Europa con las rutas migratorias desde los tiempos del Imperio Romano. Más tarde pasó a América, África y Oceanía al importar ganado infectado desde el siglo XVIII. Las epidemias que ha causado la peste bovina a lo largo de la historia han sido causa de enormes hambrunas y un obstáculo para el desarrollo agrícola y ganadero en los territorios afectados durante siglos.
La enfermedad que provoca la peste bovina es muy grave. El ganado vacuno infectado desarrolla en pocos días estos signos:
En esta página del Center for Food Security and Public Health de la Universidad de Iowa se pueden ver imágenes de las lesiones producidas por el virus de la peste bovina.
La peste bovina no tiene tratamiento. Se puede ayudar a los animales enfermos con un tratamiento de soporte (analgésicos o fluidos), pero no es eficaz.
La peste bovina se consiguió erradicar gracias a una campaña mundial de vacunación masiva desde la década de 1960. En este vídeo se puede ver cómo surgieron los brotes de peste bovina por varias partes del mundo y cómo fueron desapareciendo con la vacunación.
Existe un programa mundial de vigilancia de la peste bovina coordinado por la Organización de Naciones Unidas que se encarga de que haya un control constante en todos los países para comprobar que no hay ningún brote de peste bovina. Se garantiza que todos los profesionales tengan conocimientos sobre la peste bovina para detectarla si volviera a surgir.
La peste bovina continúa siendo una enfermedad de declaración obligatoria y está sometida a una estricta normativa para evitar su transmisión en caso de que volviera a aparecer.
La Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), junto con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), desarrollaron una campaña de concienciación llamada «Nunca más». En ella, se recuerda a los productores de ganado vacuno y todos los profesionales implicados con las explotaciones de ganado vacuno que, aunque la enfermedad está erradicada, no debemos olvidarla. El riesgo de reaparición de la peste bovina es bajo, pero al ser una enfermedad tan devastadora, conviene mantener la memoria y estar prevenidos por si se declara un nuevo brote o aparece una enfermedad similar.