En este artículo vamos a hacer un rápido repaso a la maravillosa diversidad etnológica y genética que posee el norte de nuestro país en cuanto a razas ovinas descendientes del tronco Churro. Todas ellas, como su raza originaria, son ovejas rústicas y primitivas de lana basta, que con el paso de los siglos y el aislamiento en zonas montañosas y valles recónditos se fueron diferenciando entre sí. Todas ellas, salvo la Latxa, están clasificadas como “razas amenazadas”.
Si quieres leer sobre la “madre” de todas ellas, la raza Churra, la encontrarás en el artículo dedicado a la IGP “Lechazo de Castilla y León”.
La más popular por su aptitud lechera, la Latxa
Las ovejas de raza Latxa o Lacha destacan por su buena producción lechera (similar a la de la Churra), que se aprovecha para hacer quesos con una larga tradición en sus áreas de explotación, y varios con DOP:
- DOP Idiazábal: elaborado exclusivamente con leche de ovejas de raza Latxa, Carranzana y Carranzana Negra en el País Vasco y Navarra.
- DOP Gamonedo: elaborado exclusivamente con leche de ovejas de raza Latxa, Carranzana y Carranzana Negra en Cangas de Onís (Asturias).
- DOP Roncal: elaborado exclusivamente con leche de ovejas de raza Latxa y Rasa Aragonesa en el valle del Roncal, en el Pirineo navarro.
- DOP Picón-Bejes-Tresviso y DOP Quesucos de Liébana: elaborados en Cantabria, mayoritariamente con leche de vaca, pero también pueden contener leche de ovejas de raza Latxa y de cabra.
Hay dos variedades, de cara negra y de cara rubia, siendo mucho más frecuente que las negras tengan cuernos tanto machos como hembras. Se crían indistintamente ya que sus cualidades productivas y reproductivas son las mismas. No está en peligro de extinción, solo en el País Vasco y Navarra se crían más de 80.000 hembras.
Los corderos se retiran de la hembra con 25-30 días de edad y se venden como lechales, que pueden entrar dentro de la IGP Cordero de Navarra si se han criado en dicha Comunidad Autónoma.
Es muy habitual que los machos de raza Latxa tengan cuernos bien desarrollados, y entre las hembras, son más frecuentes en las de cara negra. Markel Olano bajo licencia CC 2.0.
La Carranzana es parte de varias DOP
A pesar de ser parte de las DOP descritas anteriormente, el censo de las ovejas Carranzana y Carranzana Negra es mucho más reducido que el de la Latxa, solamente unas 1.000 y 600 reproductoras adultas respectivamente. Se trata de dos razas de tamaño grande, habituadas a las zonas montañosas de la cordillera Cantábrica con elevada pluviosidad, en las que ejerce una labor ecológica de mantenimiento del ecosistema. Se crían en extensivo con ordeño, manejo que solo permite lograr un parto al año, pero con muy buena fecundidad,
La Churra del valle de Tena: la Churra Tensina
La Churra Tensina es muy similar a la Churra original, sus diferencias se deben al aislamiento geográfico en una zona montañosa, no a haberse cruzado con otras razas. El patrón de color es el clásico churro: blanca con manchas negras en los ojos, orejas, hocico, región umbilical, genital y perineal y pezuñas.
Su sistema de explotación es el extensivo con trashumancia valle-puerto, aprovechando los abundantes pastos de los valles del Pirineo aragonés. Algunos rebaños incluso se desplazan hasta zonas del valle del Ebro, pero no es lo habitual. Los corderos que se obtienen son de tipo lechal o ternasco y se venden bajo la denominación comercial “Lechal Tensino”.
El número de ovejas censadas de raza Churra Tensina, 14.000 hembras reproductoras, es bastante considerable, teniendo en cuenta su escasa distribución geográfica. Willtron bajo licencia CC 3.0.
Dos muy pequeñas y casi silvestres
La raza Xalda es oriunda del Principado de Asturias, donde se encuentran la inmensa mayoría de sus ejemplares censados (5.200 de 5.500 hembras adultas). Curiosamente, podemos encontrar grupos de 4-5 hembras formando parte de explotaciones extensivas de otras especies, sobre todo de vacuno cárnico, en otras Comunidades Autónomas.
Pueden ser blancas, negras o mezcladas, con cuernos muy desarrollados los machos. Su característica principal es su pequeño tamaño: las hembras adultas pesan entre 20 y 25 kg, y el producto que se comercializa es el cordero pascual, lógicamente más pequeño al que estamos acostumbrados (9-11 kg de canal), que se cría en extensivo y se alimenta básicamente de pastos con la madre.
Las ovejas de raza Sasi Ardi también son pequeñas, aunque no tanto como las anteriores (30-35 kg pesan las hembras adultas). Su principal característica es su escaso instinto gregario, que las empuja a vivir separadas de los otros miembros de su rebaño, y se crían en extensivo sin supervisión durante casi todo el año. Son de color blanco o rubio, ambos sexos tienen cuernos y se crían para la obtención de corderos lechales.
Viven en zonas de alta pluviosidad de Navarra y el País Vasco, y su censo está repartido equitativamente entre ambas CC.AA., unas 5.500 hembras reproductoras en total.
Sasi Ardi, traducido literalmente significa “oveja de matorral”. Las hay blancas y rubias o con manchas de estos colores. Jose María Plazaola bajo licencia CC 3.0.
Las churras madrileñas: Rubia del Molar y Colmenareña
Dos razas autóctonas amenazadas, circunscritas exclusivamente a la Comunidad Autónoma de Madrid. Ambas son de tamaño mediano-pequeño, probablemente consecuencia del medio duro y seco que ofrece poco alimento. Por sus características morfológicas, la Rubia del Molar parece ser descendiente directa de la Latxa de cara rubia, mientras que la Colmenareña es más parecida a la Churra tradicional. Las dos tienen moña y buenas aptitudes lecheras, y de las dos se obtienen corderos tipo lechal.
La Colmenareña es la más abundante de las dos, con unas 6.700 cabezas, mientras que la Rubia del Molar solo cuenta con 1.700 aproximadamente.
El patrón de color de la capa de la oveja Colmenareña recuerda al de la Churra en su distribución, pero en lugar de manchas sólidas y bien delimitadas, posee manchas irregulares y de varios tamaños, de aspecto casi moteado.
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