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Listeriosis bovina: Prevención y manejo

Escrito por Equipo Ceva Salud Animal | Nov 26, 2024 1:30:00 PM

La listeriosis bovina, causada por la bacteria Listeria monocytogenes, es una enfermedad infecciosa grave que afecta principalmente a los rumiantes, como bovinos, ovinos y caprinos. Esta infección es motivo de preocupación en los productores debido a los graves síntomas que provoca, tanto a nivel neurológico, como problemas reproductivos y, en ocasiones, septicemia y a las pérdidas de productividad y rentabilidad asociadas.  

Con un enfoque en el diagnóstico, prevención y control, el siguiente artículo explora cómo se presenta esta enfermedad y las mejores prácticas para su gestión. 

Agente causal y mecanismos de infección 

Listeria monocytogenes es una bacteria ubicua en el ambiente, que se encuentra comúnmente en suelos, aguas y plantas en descomposición. Los animales, particularmente los rumiantes, se infectan al consumir alimentos contaminados, como ensilajes de mala calidad, entre otros. Cuando estos ensilajes tienen un pH elevado, se crea un ambiente favorable para la proliferación de esta bacteria, lo que puede causar brotes de listeriosis bovina. 

Múltiples formas con diferentes síntomas y pronóstico 

La listeriosis bovina puede manifestarse de varias maneras, siendo la forma neurológica la más conocida, pero existen otras presentaciones clínicas: 

Forma septicémica: Suele afectar principalmente a los terneros jóvenes o animales inmunocomprometidos. Los síntomas incluyen fiebre, decaimiento, diarrea y, en casos graves, shock y muerte. 

Forma reproductiva: Esta forma afecta a animales adultos, especialmente a vacas preñadas. La bacteria Listeria monocytogenes puede infectar la placenta, causando aborto espontáneo, retención de placenta y nacimientos prematuros. 

Forma ocular: La infección puede presentarse en el ojo, especialmente en situaciones en las que el heno o el forraje están contaminados con partículas de tierra infectada. Los signos incluyen conjuntivitis, queratitis (inflamación de la córnea), lagrimeo y enrojecimiento del ojo. 

Forma mamaria: Aunque menos común, Listeria monocytogenes también puede causar mastitis. La infección de la glándula mamaria generalmente provoca inflamación, con cambios en la leche que incluyen la presencia de pus y una disminución en la producción. 

En las infecciones agudas, los signos aparecen de forma rápida y severa, llevando a la muerte en pocos días si no se interviene a tiempo. Los animales jóvenes son particularmente susceptibles a la listeriosis debido a su sistema inmunitario menos desarrollado. 

Así pues, cada forma de listeriosis puede tener síntomas y pronósticos diferentes, y el tratamiento oportuno con antibióticos es esencial, especialmente para prevenir la propagación en la forma septicémica y la neurológica. 

Diagnóstico laboratorial, la prueba definitiva 

Para diagnosticar la listeriosis bovina, los veterinarios suelen basarse en la combinación de signos clínicos y antecedentes de consumo de alimentos contaminados. Las pruebas de laboratorio juegan un rol importante para confirmar la presencia de la bacteria. Se pueden realizar análisis microbiológicos de muestras de tejido nervioso o fluidos, especialmente en casos de encefalitis. Los análisis de PCR y otras técnicas avanzadas también están disponibles para detectar rápidamente la bacteria en muestras biológicas. 

El diagnóstico diferencial es esencial, ya que varias enfermedades pueden mostrar síntomas similares. Entre ellas, se incluyen la encefalitis y otras infecciones neurológicas, por lo que el análisis preciso es fundamental para diferenciar la listeriosis bovina de otras patologías. 

La detección temprana y la intervención inmediata son cruciales 

El tratamiento de la listeriosis bovina depende de la etapa en la que se detecte la enfermedad. Los antibióticos, como la penicilina y la tetraciclina, son eficaces si se administran en las primeras etapas de la infección. Sin embargo, en casos avanzados con síntomas neurológicos graves, el tratamiento tiene una eficacia limitada. Además del tratamiento antibiótico, es común proporcionar cuidados de apoyo, como fluidos intravenosos y antiinflamatorios para ayudar al animal a sobrellevar los síntomas. 

La listeriosis bovina es altamente mortal en su forma neurológica, y los animales afectados suelen tener un pronóstico reservado, incluso con tratamiento. Por esta razón, la detección temprana y la intervención inmediata son cruciales para aumentar las probabilidades de recuperación. 

Prevención de infección 

Una de las mejores estrategias para prevenir la listeriosis bovina es garantizar la calidad del ensilaje y otros alimentos fermentados. Los ensilajes deben tener un pH bajo y mantenerse en condiciones adecuadas para evitar la proliferación bacteriana. Además, es recomendable controlar la exposición del forraje al aire y remover las capas superiores que pueden haber sido contaminadas. 

Otra medida importante es el aislamiento de los animales enfermos para prevenir la propagación de la enfermedad. Los roedores y otros vectores deben ser controlados, ya que pueden actuar como portadores de la bacteria. También es fundamental eliminar de forma adecuada los restos de abortos y placentas, que pueden contener grandes cantidades de Listeria. 

Impacto en la salud pública y prevención en humanos 

Aunque la listeriosis bovina afecta principalmente a los animales, también tiene implicaciones para la salud pública. Los humanos pueden contraer listeriosis a través de la ingesta de alimentos contaminados, especialmente productos lácteos no pasteurizados y carne mal cocinada. Las personas inmunocomprometidas y las mujeres embarazadas son particularmente vulnerables a esta infección, que puede resultar en abortos y otras complicaciones graves en humanos. 

Las buenas prácticas en la manipulación de alimentos y la higiene en la granja son esenciales para minimizar el riesgo de transmisión de la bacteria entre animales y humanos. Cocinar bien los alimentos y evitar el consumo de productos no pasteurizados son precauciones clave. 

Conclusión 

La listeriosis bovina representa un desafío significativo en la gestión de la salud animal, especialmente en sistemas de producción donde el ensilaje es común. La prevención de esta enfermedad depende de prácticas de manejo adecuadas, que incluyan la preparación y almacenamiento seguro del forraje. Además, la detección temprana y el tratamiento rápido son cruciales para controlar brotes y proteger la vida de los animales afectados. 

Comprender los factores de riesgo y establecer medidas preventivas efectivas puede ayudar a reducir la incidencia de la listeriosis bovina y, en última instancia, proteger tanto a los animales como a los seres humanos de esta infección grave.