Juntos, más allá de la salud animal

Importancia de la toma de calostro en terneros

Escrito por Equipo Ceva Salud Animal | Jan 7, 2022 2:58:22 PM

La transferencia de anticuerpos o inmunoglobulinas de la vaca al ternero con la toma de calostro después del parto, para protegerlo de las enfermedades infecciosas, se llama inmunidad pasiva. Es un mecanismo muy importante en la cría de vacuno, ya que los terneros cuando nacen carecen de inmunidad específica debido a que la placenta de la vaca actúa como barrera e impide la transferencia de inmunoglobulinas durante la gestación.

¿Qué es el calostro?

El calostro es la primera secreción de la ubre tras el parto, es más denso que la leche y tiene un color amarillento. Tiene gran importancia como alimento para los terneros recién nacidos porque es una fuente de energía y nutrientes de alta calidad y, sobre todo, de inmunidad que no han podido adquirir de la vaca durante la gestación.

Componentes del calostro: las defensas para el ternero después del nacimiento

La composición del calostro es diferente a la de la leche, ya que es más rico en nutrientes. Las concentraciones en el calostro son mayores en la primera excreción y van a ir disminuyendo hasta formar la leche propiamente dicha.

 

En esta tabla se pueden ver algunos de los principales componentes del calostro y de la leche:

Fuente: Vet Clin Food Anim 35, (2019) 535–556

Esta alta proporción de proteínas se debe a que el calostro contiene una gran cantidad de inmunoglobulinas o anticuerpos, que se concentran en la ubre de la vaca unas horas antes del parto para que pasen a los terneros. Las inmunoglobulinas se producen en la glándula mamaria como resultado de la exposición materna a ciertos microorganismos. Mediante su consumo, el ternero adquiere inmunidad pasiva frente a agentes con los que la madre estuvo en contacto. Protegiendo al ternero de manera inmediata frente a microorganismos ambientales hasta que su sistema inmune sea completamente funcional.

Transferencia de inmunidad pasiva a los terneros a través del calostro

El intercambio de nutrientes y sustancias de desecho entre la madre y el ternero se produce conectando sus vasos sanguíneos, pero la placenta de la vaca está formada por varias capas de células que impiden que los anticuerpos lleguen hasta el feto: por eso los terneros nacen sin suficiente protección frente a los microorganismos y necesitan adquirirla a través del calostro.

Los terneros absorben las inmunoglobulinas procedentes del calostro a través del intestino, que se vuelve permeable justo después del nacimiento, especialmente durante las primeras 4 horas. Después de 12 horas la absorción empieza a ser menos eficiente, y a las 24 horas se produce el «cierre del intestino» y la absorción ya no es posible Por eso es de vital importancia suministrar calostro a los terneros inmediatamente después de nacer, y de forma continua durante las primeras 24 horas de vida.

Cómo conseguir un correcto encalostrado de los terneros

Por lo general, se recomienda que los terneros tomen el 10% de su peso corporal (unos 3-4 l) las primeras 4 horas tras el nacimiento. El objetivo es que consuman y absorban una cantidad suficiente de inmunoglobulinas.

Los dos factores que afectan a la cantidad de inmunoglobulinas asimiladas son la calidad y el volumen del calostro. Es importante tener en cuenta la calidad microbiológica del calostro: las bacterias en el calostro, además de exponer al ternero a agentes infecciosos, limitan la absorción de las inmunoglobulinas, interfiriendo así con la transferencia de inmunidad pasiva. Para prevenir la contaminación del calostro durante la recogida, debemos evitar obtenerlo de vacas enfermas y los utensilios utilizados deben estar limpios y cumplirse unas correctas prácticas de higiene. Después, para minimizar el crecimiento bacteriano en el calostro almacenado (lo más común), este debería congelarse o refrigerarse antes de 1 hora, como máximo, tras su extracción. Además, es recomendable someterlo a un tratamiento térmico (60 minutos a 60 ºC) antes de congelarlo (sobre todo si mezclamos calostro de varios animales). Para administrar el calostro, se tiene que descongelar al baño María, a una temperatura no superior a 60 ºC.

El mejor método para asegurar que un ternero ha recibido la cantidad de calostro que necesita es administrarlo mediante sondaje esofágico, no obstante, esta práctica requiere entrenamiento para que cualquier cuidador administre calostro a los terneros sin riesgo. Hay explotaciones que prefieren el uso de biberones, pero es necesario asegurar que el ternero ingiera la cantidad correcta de calostro, dando varias tomas (siempre antes de las 4 horas tras el nacimiento). En explotaciones en extensivo en las que los terneros se quedan con la madre se puede dejar que estos mamen directamente de las vacas, pero es imposible controlar la cantidad de calostro que están ingiriendo. 

Cuanto más espeso y amarillo sea el calostro, su calidad es mayor. En las explotaciones se debe controlar la calidad del calostro que producen las vacas para saber si se está proporcionando suficiente nivel de inmunidad a los terneros. Para ello, se puede medir su densidad con un calostrímetro/densímetro, que está diseñado para este fin (tiene bandas de colores que indican las densidades medidas y las calidades correspondientes del calostro medido). Se sumerge en el calostro, que debe estar a una temperatura de 20 °C, y se considera que la calidad es alta a partir de una densidad de 1.050 g/l.

Otra manera de comprobar la calidad del calostro es utilizar un refractómetro, un instrumento que mide la densidad. Consiste en una lente, sobre la que se colocan unas gotas de calostro, y un visor en el que se muestra la escala de grados Brix. La calidad del calostro se valora de la siguiente manera:

  • Calidad buena: 25 a 32 grados Brix. Equivale a una concentración de 100 gramos de inmunoglobulinas por litro de leche o superior. Es recomendable para la primera toma de calostro.
  • Calidad intermedia: 19 a 24 grados Brix. Equivale a una concentración de 50 gramos de inmunoglobulinas por litro de leche. Si el calostro escasea en la explotación, se puede reservar para la segunda toma.
  • Calidad mala: la lectura es inferior a 18 grados Brix. Se recomienda desechar este calostro y no suministrar a los terneros.

Los calostros de calidades inferiores se deben descartar, y se recomienda mantener una reserva de calostros de alta calidad congelados en la explotación para dárselo a aquellos terneros nacidos de vacas con calostros de baja calidad.