Gestión reproductiva en caprino de leche

Productividad en caprino de leche

La gestión reproductiva de los pequeños rumiantes es crucial para optimizar la producción de leche y mejorar los ingresos de los ganaderos.

En el caso concreto del caprino de leche, la estacionalidad en la producción afecta la cantidad y calidad de la leche producida por los caprinos. Durante ciertas épocas del año, como la primavera y el verano, las cabras suelen tener un aumento en la producción de leche debido a factores como la disponibilidad de pasto y condiciones climáticas favorables. Sin embargo, en otras estaciones, como el otoño y el invierno, la producción puede disminuir significativamente.

Esto puede llevar a problemas para los ganaderos, como fluctuaciones en la oferta de leche (y por tanto en los precios de mercado), lo que dificulta la planificación y la estabilidad económica. Además, la estacionalidad puede afectar la calidad de la leche, ya que la alimentación y el manejo de los animales pueden variar según la época del año.

También la planificación del trabajo y la calidad de vida de la mano de obra puede verse afectada por esta estacionalidad.

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Planificación y control del proceso reproductivo

Es fundamental implementar protocolos reproductivos adecuados para eliminar la estacionalidad y aumentar la eficiencia productiva.

La gestión reproductiva en caprinos conlleva la planificación y control de los aspectos reproductivos de las cabras con el objetivo de optimizar la producción de leche y carne, mejorar la salud del rebaño y aumentar la rentabilidad del negocio. Incluye varias prácticas, como:

  1. Selección de reproductores: Elegir machos y hembras con buenas características genéticas que puedan mejorar la descendencia en términos de producción, salud y resistencia a enfermedades.

  2. Control del ciclo reproductivo: Monitorear el ciclo estral de las cabras para determinar el momento óptimo para la inseminación, lo que puede incluir el uso de hormonas para regular los ciclos y sincronizar las ovulaciones.

  3. Manejo del apareamiento: Decidir entre la inseminación artificial o el apareamiento natural, lo que puede depender de la genética y los objetivos de producción.

  4. Atención prenatal y posnatal: Proporcionar una nutrición adecuada y cuidados durante la gestación, así como atención al parto y cuidado de las crías.

  5. Planificación de la lactancia: Asegurar que las cabras tengan un intervalo adecuado entre partos para maximizar la producción de leche y mantener la salud del animal.

  6. Monitoreo de salud y enfermedades reproductivas: Evaluar la salud reproductiva del rebaño y tratar problemas que puedan afectar la fertilidad o la salud de las crías.

En cuanto a la planificación de la lactancia, Silvia Berrocal Martínez, veterinaria de pequeños rumiantes en Alimer, cooperativa de primer grado de la región de Murcia, propone un protocolo de gestión reproductiva que incluye el uso de melatonina y prostaglandina y cuyos resultados comprobó en un proyecto realizado con varias granjas de caprino de leche de la cooperativa.

Productividad en caprino de leche

“Seleccionamos o bien explotaciones que tenían una marcada estacionalidad y una producción baja, o bien aquellas otras que tenían malos resultados en las ecografías de primavera, que se corresponde con una baja paridera de otoño. En ambas dimos prioridad a las chotas de recría por sus malos resultados en las parideras de otoño y en general a lo largo de todo el año”, explica la experta.

El protocolo propuesto a estas explotaciones fue el uso de melatonina durante 40 días antes de cubrición, combinado con prostaglandinas solo en aquellos casos en los que se diese un alto porcentaje de pseudo gestaciones

Los resultados, según Silvia Berrocal, fueron “muy significativos” en cuanto a:

  1. Mejora de la producción de leche: Al optimizar los ciclos reproductivos, se pudo aumentar la cantidad de leche producida.

  2. Aumento de la calidad de la leche: Un manejo reproductivo adecuado puede contribuir a una mejor calidad del producto final.

  3. Eliminación de la estacionalidad: Este protocolo ayuda a reducir la dependencia de ciclos estacionales, permitiendo una producción más constante a lo largo del año. De hecho, se incrementaron entre un 15 y un 20% las ecografías positivas en primavera, lo que se traduce en una mejor paridera de otoño.

  4. Beneficios económicos: Al mejorar la producción y calidad de la leche, los ganaderos pueden obtener mayores ingresos y mejorar la rentabilidad de sus operaciones.

Según concluye la experta “Se trata de un protocolo sencillo de establecer y con muy buenos resultados en cuanto a disminución de la estacionalidad, un problema real en esta producción ganadera. Conseguimos, una mayor producción anual con el mismo número de animales, al aumentar dicha producción en otoño e invierno, cuando además la oferta de leche en el mercado es menor y los precios son, por tanto, mayores”.

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Equipo Ceva Salud Animal

Acerca del autor

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