El cambio climático es una realidad. A estas alturas, todos lo sabemos. De unos años a esta parte se nos viene bombardeando con datos sobre cuáles son los sectores que más contaminan, qué medidas podemos tomar en nuestro día a día y a qué elementos, que consideramos cotidianos, vamos a tener que renunciar en pro de un futuro sostenible. En uno de los sectores en que se hace más hincapié es en la ganadería intensiva, pero, ¿está justificada esta insistencia?
El asunto de la emisión de gases
El sector agroganadero fue responsable en el año 2020 del 14% de las emisiones de gases de efecto invernadero, expresadas en toneladas equivalente de CO2. Esto quiere decir que cualquier gas que se emite se mide en función de su poder contaminante comparado con el del dióxido de carbono. En el caso del metano, una tonelada de este gas equivale a 25 toneladas de CO2, tal es su capacidad para producir efecto invernadero.
Dentro de este 14% no se encuentran únicamente los gases que producen directamente los animales y sus purines, sino que también se incluyen los incendios provocados para crear tierras de cultivo o pastos, las emisiones de los fertilizantes agrícolas sintéticos, los residuos orgánicos que dejan atrás algunos cultivos, las emisiones que proceden del estiércol añadido al campo y las emisiones de metano que se generan del cultivo de arroz. El metano que emiten los animales por fermentación entérica supone el 39% de dicho 14%, y procede de la digestión natural de alimentos, especialmente en el caso de los rumiantes y su fermentación ruminal.
Fuente: Emisiones procedentes de la agricultura 2000-2018 (FAOSTAT).
El ganado que más metano produce es el bovino, tanto de leche como de carne, y no depende de si se crían en extensivo o en intensivo. De hecho, en España no se suelen criar las vacas de carne en intensivo. Ganaderías como la porcina o la avícola, mucho más intensivas y con mucho mayor número de animales por granja, no producen ni una quinta parte del CO2 equivalente que las vacas, debido a que su metabolismo funciona de otra manera y no genera tanto metano.
Los gases emitidos directamente por los animales ascendieron a 16 millones de toneladas en el año 2020. Comparativamente, la quema de combustibles fósiles supuso más de 195 millones de toneladas. Fuente: Inventario nacional de emisiones a la atmósfera (MITECO).
No solo se trata de los gases
Como hemos visto, intensividad y contaminación no son conceptos que vayan de la mano. Sin embargo, cada uno de los sistemas sí ofrece beneficios y desventajas desde el punto de vista de la sostenibilidad, tanto ambiental como social, y también presenta algunas diferencias clave en aspectos productivos y sanitarios.
La situación del sector de los rumiantes en España
En España, en general, el ganado rumiante se cría en semiextensivo, con la excepción del vacuno lechero y del cebo de algunos corderos, cabritos y terneros. Los adultos de razas cárnicas bovinas se crían en dehesas, sistemas de valle-puerto o praderas de pasto permanente en la España húmeda, y sus crías permanecen también en extensivo, mamando de sus madres y alimentándose de la vegetación disponible, hasta el destete y traslado al cebadero o directamente el sacrificio.
Por otra parte, el ganado ovino y caprino se cría en zonas de clima más extremo, con menor disponibilidad de alimento e incluso zonas en las que sería imposible el cultivo. Gracias a estas especies y razas tan rústicas y adaptadas al territorio español, se crean miles de puestos de trabajo, y se producen millones de kilogramos de alimento de gran calidad y rico en proteína del que todos podemos beneficiarnos, que de otra manera no existirían.
En conclusión, la reducción de la contaminación y de la emisión de gases de efecto invernadero es una cuestión global y transversal, que implica a multitud de sectores. La nutrición de la población es esencial e imprescindible, y repercute en menos del 15% de dichas emisiones, por lo que poner el foco únicamente en la ganadería intensiva demuestra un claro desconocimiento del sector y de los datos oficiales.
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Equipo Ceva Salud Animal
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