España y la fiebre aftosa, ¿cuál es la situación actual?

la fiebre aftosa produce vesículas de mayor o menor tamaño en las mucosas

La fiebre aftosa es una enfermedad de declaración obligatoria erradicada en toda Europa desde hace décadas. Sin embargo, sigue existiendo en otros países y es extremadamente contagiosa, por lo que debemos tener claros sus síntomas para saber reconocerla y atajar rápidamente un posible brote.

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La enfermedad: ¿cómo actúa?

La fiebre aftosa, glosopeda o “foot mouth disease” en inglés (literalmente, enfermedad pie boca), es una enfermedad vírica que afecta a todos los animales con pezuñas hendidas, es decir, bóvidos, ovinos, caprinos, suidos, cérvidos, camélidos, etc., tanto domésticos como salvajes. Desde el punto de vista de la producción es más importante en ganado bovino y porcino, ya que los signos clínicos son más severos y causa descensos en la producción de leche. En los pequeños rumiantes suele ser subclínica. No afecta al ser humano.

Es una enfermedad altamente contagiosa, se transmite por contacto directo, por el aire, por objetos. No existen datos de prevalencia en España ya que lleva décadas erradicada, pero en países donde está presente, en caso de que se produzca un brote, afecta a un elevado porcentaje del rebaño. La mortalidad, en cambio, es bastante baja, los adultos sufren síntomas leves, aunque ocasionalmente se han dado casos de muertes repentinas por miocarditis (infección en el corazón) en animales muy jóvenes.

De 2 a 14 días tras el contagio los animales sufren un pico de fiebre con malestar general. A los pocos días, se manifiesta el signo típico de la enfermedad: aparecen vesículas o aftas en la mucosa oral y lengua y en la piel en contacto con el tejido córneo de las pezuñas (el rodete coronario). Estas vesículas se rompen, dejando heridas que curan a lo largo de los siguientes días y semanas.

Sistemas de vigilancia a nivel nacional

Es una enfermedad de declaración obligatoria de la OIE, es decir, este requisito afecta a todos los países del mundo. Además, también es de declaración obligatoria en la Unión Europea y en el Estado español, por lo que en caso de brote se debe comunicar inmediatamente de forma oficial a todas las autoridades competentes.

España está dentro de los países considerados por la OIE “libres sin vacunación”. El último brote se dio en ganado vacuno en el municipio madrileño de Talavera de la Reina en 1986. En 1989 se dejó de vacunar, hasta el día de hoy. Todos los países de la Unión Europea se encuentran también en esta categoría, y el último brote masivo ocurrió en 2001 en Reino Unido, desde donde se extendió a Irlanda, Francia y Holanda. Desde entonces ha habido algunos brotes puntuales, pero mucho más limitados.

En caso de brote, la legislación vigente obliga al vacío sanitario de la explotación, es decir, al sacrificio inmediato de todos los animales y destrucción de los cadáveres, además de:

  • Control y desinfección de todo el material relacionado con la explotación,
  • Destrucción de las deyecciones de dichos animales, su leche y cualquier subproducto.
  • Estrictas medidas de bioseguridad para todo el personal implicado y sus vehículos.
  • Rastreo del origen del brote.
  • Se crean áreas oficiales alrededor del brote, en las cuales se aplican también medidas extremas de higiene, desinfección y bioseguridad, se detienen los desplazamientos de estos animales y se los vigila a fondo en busca de signos.
  • En casos de brotes de difícil control, elevada concentración de animales o alta densidad de explotaciones en un área pequeña, se debe considerar la vacunación de emergencia. La vacunación está prohibida como norma general en toda la Unión Europea, pero se puede solicitar la excepción en casos concretos, que debe ser concedida por un comité de la Comisión Europea.

Estatus sanitario en países limítrofes y resto del mundo

La fiebre aftosa está erradicada en toda Europa, América del Norte y Central, casi toda América del Sur (con vacunación), casi toda Rusia, Australia, Nueva Zelanda, Indonesia, Filipinas, Madagascar, Japón… En cambio, es endémica en casi toda África y Asia.

La presencia de esta enfermedad en países del norte de África supone un riesgo para Europa y sobre todo para países como España, por cercanía geográfica, ya que el virus se desplaza por el aire y se considera “transfronterizo”. Se han producido brotes en los últimos años en Túnez, Argelia, Egipto, Libia y Marruecos, si bien es cierto que no son frecuentes.

La FAO puso en marcha un programa llamado PCP-FMD (Vía controlada progresiva para la fiebre aftosa, por sus siglas en inglés), que clasifica países y zonas geográficas en función del riesgo de brotes y las medidas que toman sus gobiernos para controlar la enfermedad, así como de la información fiable sobre ella existente en dicho país. Este programa incluye cuatro categorías, del 0 al 3, en países no libres, y dos categorías más para países libres de la enfermedad de acuerdo con los requisitos de la OIE:

0 - Riesgo no controlado, sin datos fiables - Estatus libre con vacunación

1 - Riesgos y opciones de control identificadas - Estatus libre sin vacunación

2 - Impacto reducido en zonas clave

3 - Circulación del virus reducida

Estatus libre con vacunación

-Estatus libre sin vacunación

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Equipo Ceva Salud Animal

Acerca del autor

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