La productividad en ovino de carne es fundamental porque es la única manera de organizar las explotaciones como empresa, conociendo cuando voy a tener corderos, cuando va a haber más recursos y necesidades.
A continuación tenemos el vídeo con el testimonio de Antonio Sánchez Sánchez, veterinario de la Cooperativa Alanser de Cabeza de Buey (Bajadoz):
Los tratamientos de desestacionalización son una herramienta fundamental para la producción de más corderos en épocas como la Navidad.
Si no se desestacionaliza, las parideras se concentrarán demasiado en una época no interesante del año, llenando los cebaderos y teniendo más problemas de sanidad y bienestar animal.
La producción de ovino de carne es una actividad ganadera fundamental en muchas regiones, siendo un sector con importantes desafíos productivos y económicos. Uno de los principales retos que enfrentan los ganaderos es la estacionalidad reproductiva, es decir, la tendencia de las ovejas a parir en épocas específicas del año. Este fenómeno genera picos de oferta de corderos en momentos del año donde la demanda es baja, lo que puede afectar tanto los precios como la eficiencia de la granja. Es por ello por lo que la desestacionalización se ha convertido en una herramienta clave para mejorar la eficiencia productiva, permitir un manejo más controlado de los recursos y lograr una rentabilidad constante a lo largo del año.
En la mayoría de las explotaciones de ovino de carne, las ovejas siguen ciclos reproductivos que están estrechamente relacionados con las estaciones del año. Las hembras suelen entrar en celo durante determinadas épocas, lo que provoca una concentración de nacimientos en ciertos meses. Esto genera una sobreoferta de corderos en periodos en los que la demanda es menos favorable, como es el caso de los meses de verano.
Para los ganaderos, esta situación supone varios problemas: los corderos nacen en grandes cantidades en momentos poco rentables, lo que puede provocar una disminución en los precios y una sobrecarga en los recursos del cebadero. Además, esta concentración de partos implica un aumento en el trabajo en ciertas épocas y una presión sobre la salud y la nutrición del rebaño, lo que puede incrementar las tasas de mortalidad y las enfermedades.
La desestacionalización es el proceso mediante el cual se ajusta la reproducción de las ovejas para evitar estos picos estacionales de nacimientos. Este proceso puede lograrse mediante el uso de tecnologías y técnicas que permiten manipular el ciclo reproductivo de las hembras, de forma que se distribuyan los partos de manera más uniforme a lo largo del año.
La desestacionalización no solo depende de métodos técnicos, sino también de la implementación de buenas prácticas de manejo. Según Antonio Sánchez Sánchez, veterinario de la Cooperativa Alanser de Cabeza de Buey (Bajadoz), “El manejo reproductivo en el ovino de carne es fundamental, ya que es la única manera de tener organizada nuestra explotación desde un punto empresarial”. La planificación de los partos desde el inicio del año permite que los ganaderos sepan con antelación cuándo tendrán los corderos, facilitando la gestión de los recursos necesarios, como la alimentación y el personal.
Existen varias herramientas y técnicas para lograr la desestacionalización de la producción de corderos. Entre los métodos más comunes se encuentran:
La cooperativa Alanser, con años de experiencia en la gestión del ovino de carne, ha implementado con éxito un sistema de desestacionalización mediante tratamientos hormonales y naturales. Su veterinario, Antonio Sánchez, explica que en su cooperativa “Usamos tanto tratamientos naturales como hormonales para lograr que las montas de marzo y abril produzcan corderos que se venderán en noviembre y diciembre, épocas de mayor demanda”.
Los beneficios de la desestacionalización son numerosos y se extienden a diferentes aspectos de la explotación ovina. Entre los más destacados se incluyen:
A pesar de los beneficios, la desestacionalización no está exenta de desafíos. La implementación de tratamientos hormonales y la manipulación del ciclo reproductivo requieren conocimientos técnicos avanzados y una buena infraestructura. Además, los costos iniciales de la tecnología y los tratamientos pueden ser altos. No obstante, la inversión a largo plazo se ve compensada por la mejora en la eficiencia productiva.
Antonio Sánchez subraya que “Sin desestacionalizar la producción de corderos, los ganaderos corren el riesgo de concentrar las parideras en una época del año en la que las ventas son bajas, lo que crea un número de corderos difícil de manejar y puede aumentar la mortalidad y las enfermedades. De ahí que la desestacionalización sea una práctica esencial para lograr una explotación eficiente y rentable”.
La desestacionalización de la producción de ovino de carne es una estrategia clave para mejorar la eficiencia productiva en las granjas de ovino. Al distribuir los partos a lo largo del año, los ganaderos pueden optimizar los recursos, reducir la mortalidad, mejorar la sanidad y aumentar la rentabilidad. Aunque existen desafíos en su implementación, los beneficios a largo plazo superan con creces los costos iniciales. La experiencia de cooperativas como Alanser demuestra que, con la tecnología adecuada y un manejo eficiente, la desestacionalización es una herramienta fundamental para transformar la ganadería ovina en un negocio más rentable y sostenible.