Desde hace pocos años y tras más de 40 de campañas de saneamiento, España es un país libre de Brucelosis en vacuno, ovino y caprino, una calificación que ha sido el resultado de décadas de trabajo, inversión y sacrifico de animales. Ser indemnes a esta enfermedad es una garantía de salubridad de las granjas españolas y del buen trabajo de sus ganaderos, todo un logro en el que hay que seguir trabajando para mantenerlo.
La brucelosis o fiebre de Malta es una infección bacteriana que se puede transmitir de los animales a las personas al tomar productos lácteos crudos o sin pasteurizar o, incluso, a través del contacto directo con los animales. Por esto, tomar leche cruda o alimentos sin pasteurizar contiene riesgos de que los humanos adquieran esta enfermedad.
Existen varios tipos de brucelosis, por un lado la Brucella abortus que afecta principalmente al ganado bovino, y por otra la Brucella melitensis, que es más propia del ovino y caprino, aunque también puede afectar al vacuno. Existe una variedad más de brucela que es la Brucella suis más propia del ganado porcino.
En marzo de 2021 España se declaró oficialmente indemne de brucelosis ovina y caprina, y un año después de brucelosis bovina. Ambos hechos fueron de gran relevancia para el sector ganadero español y fruto de décadas de trabajo con importantes planes de vacunación.
Síntomas
En los humanos los síntomas son fiebre, dolor en las articulaciones y fatiga, se suele tratar con antibióticos y el riesgo de mortalidad es bajo.
Por su parte, tanto en el ganado bovino como en el ovino y caprino, los síntomas son similares, de manera que la brucelosis se caracteriza por abortos, retención de placenta, orquitis, epididimitis y, raramente, artritis. Cuando haya sospechas de que un animal sufre brucelosis, hay que aislarlo para evitar el contagio de otros iguales y, si es posible, realizar un diagnóstico definitivo mediante análisis serológicos, para lo cual es necesario contar con el asesoramiento de los veterinarios de la explotación.
Campañas de saneamiento
En España, las primeras campañas de saneamiento ganadero comenzaron en los años 60, con la Ley de Epizootías de 1952, y en 1986 se adecuaron a la normativa de la Unión Europea.
En ganado bovino, a principios de los años 90 la prevalencia de brucelosis en los rebaños españoles era del 5% y entonces la estrategia se basó en la vacunación de la reposición de animales combinándola con el chequeo serológico y el sacrificio de animales positivos. En 1996 la brucelosis se redujo hasta el 2,5%, pero a partir de entonces, con el objetivo de facilitar el comercio intra-comunitario de la Unión Europea se prohibió la vacunación general. A partir de entonces, en zonas de especial incidencia se llevaron medidas de vaciados sanitarios de rebaños confirmados o vacunación masiva o combinación de ambas. De esta manera en 2015 la incidencia de la brucelosis en la cabaña bovina fue de 0,1% y finalmente, en 2022 se declara a España como libre de la enfermedad.
Por su parte, en el ovino y caprino los programas de control se iniciaron en 1976 cuando se establecieron medidas de control como la vacunación de hembras de reposición. En la década de los 80 las medidas de control se centraron en las regiones más afectadas, con programas de vacunación masiva y planes de erradicación en los que se incluía el sacrificio de aquellos animales que dieran positivo. A mediados de la primera década de 2000 la prevalencia de brucelosis en los rebaños de ovino y caprino estaba entorno al 4%. A partir de entonces se reforzaron los programas de vacunación avanzando de forma importante en los años 2009 y 2010. Finalmente, España fue declarada indemne y libre de brucelosis ovina y caprina en marzo de 2021.
Programas nacionales de vigilancia 2023-2030
Una vez que España ha conseguido, tras décadas de inversión, trabajo y sacrificio de animales, conseguir estar libre de esta enfermedad, tanto el bovino como en ovino y caprino, en 2023 se pusieron en marcha dos planes de vigilancia hasta 2030 para conseguir mantener que el país mantenga su estatus de indemne.
Una zona está oficialmente libre de brucelosis tanto cuando se cumplen los siguientes requisitos (tanto para bovino como para ovino y caprino): en los últimos tres años no se ha confirmado ningún caso de Brucella abortus, melitensis o suis; cuando en los últimos tres años no se han vacunado al 99,9% de los animales del 99.8% de las explotaciones de esa región; y cuando en los últimos tres años no han entrado animales que se hubieran vacunado tres años antes.
Puesto 2021 y 2022 fueron los años en los que España fue declarada libre de brucelosis en bovino y en ovino y caprino, dichos planes de vigilancia establecen los protocolos a seguir en el caso de que se detecte que hay animales positivos en Brucelosis Abortus o Melitensis.
Entre las principales medidas que se apunta son las pruebas de detección de animales positivos con sacrificio obligatorio de los mismos y vaciado sanitario de la granja y aplicación de medidas profilácticas.
Aunque la brucelosis, en sus diferentes variantes, es una patología más perjudicial para el ganado que para el ser humano, conseguir estar libre de ella tras más de 40 años de lucha contra esta enfermedad es todo un éxito que hay que mantener. En este sentido, es importante que tanto ganaderos como veterinarios y autoridades sanitarias no bajen la guardia para seguir manteniendo la bacteria de la brucella a raya.
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Equipo Ceva Salud Animal
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