El término de bioseguridad se refiere en sentido amplio al conjunto de medidas, tanto de infraestructura como de prácticas de manejos, puestas en marcha con el fin de evitar o reducir el riesgo de entrada de enfermedades infecto-contagiosas y parasitarias, y su posterior difusión dentro de una explotación o hacia otras explotaciones ganaderas.
Este término va a tomar mucha relevancia en la ganadería de los pequeños rumiantes a partir del próximo 16 de mayo, con la entrada en vigor del Real Decreto 364/2023, por el cual se establecen las bases de desarrollo de la normativa del Plan Sanitario Integral (PSI) de las explotaciones ganaderas.
Este PSI debe cumplir el programa sanitario según la legislación actual y en su primer punto aparece como eje principal del plan la higiene y bioseguridad de la granja, eje central del que dependerán las granjas de pequeños rumiantes para llevar a cabo las medidas oportunas para poder resolver cualquier problema de enfermedad infecto-contagiosa que se produzca en el interior de esta o venga de fuera.
El sector de los pequeños rumiantes teniendo en cuenta su idiosincrasia, ya que hay una variedad de tipos de explotaciones que no existen en el resto de especies (extensivas, semi-extensivas, intensivas), se debe poner especial atención en la bioseguridad de las granjas para abordar las enfermedades presentes y futuras que puedan entrar, debido a que esta es una carencia generalizada en este sector.
En un estudio realizado en 2015 por Lavilla et al., cuyo principal objetivo era identificar las principales medidas de bioseguridad que se llevan a cabo en las explotaciones de pequeños rumiantes en España, se demostró que:
Los resultados obtenidos en el presente estudio muestran que a medida que aumenta el tamaño de las explotaciones, también aumenta la frecuencia con que se aplican las medidas de bioseguridad analizadas (excepto no compartir equipos y vehículos).
A día de hoy, podemos seguir compartiendo estos resultados de forma general en el sector de los pequeños rumiantes, coincidiendo que conforme la explotación es más grande en cuanto a número de animales, se pone mucha más atención a las medidas de bioseguridad.
La bioseguridad tiene dos componentes básicos que son igualmente importantes:
Muchas veces el aspecto humano es el más complicado implementar y mantener a punto. Es muy importante tener en cuenta que un buen plan de bioseguridad sin un personal concienciado e implicado en su trabajo diario no vale de nada.
Los tres principios básicos en los que está basada la bioseguridad son:
Teniendo claro las pérdidas económicas que generan las enfermedades animales en las explotaciones, la bioseguridad es una de las herramientas más baratas y efectivas para evitar tales pérdidas. Además, tiene una importancia grandísima para el mercado nacional debido a:
Debemos tener en cuenta que la bioseguridad es responsabilidad de todas las personas que, de forma más o menos directa, tienen relación con los animales, como ganaderos, veterinarios privados y oficiales, transportistas, cazadores, personal de mantenimiento de granjas, personal de mataderos, etc.
Un plan de bioseguridad que sea efectivo en la explotación debe de ser consensuado entre el responsable de la explotación y el veterinario de la misma, así como conocido por todos los involucrados en la explotación.
Antes de elaborar un programa de bioseguridad se deberá hacer una evaluación de control de los puntos críticos, para personalizar el plan y priorizar las medidas a tomar.
En primer lugar, estudiar los puntos críticos y qué medidas hay que implementar para la mejora de la granja, además de cómo se va a explicar a las personas responsables de llevarlo a cabo; y en segundo lugar, plasmar las medidas a realizar para controlar la bioseguridad a nivel interno y externo.
El control de agua y alimentos es un punto crítico a la hora de elaborar un plan de bioseguridad en una explotación ganadera.
Un buen plan de bioseguridad tiene que integrarse en la rutina del funcionamiento de la explotación, que abarque tanto las infraestructuras y los equipos, como la preparación del personal. Además:
1.- Bioseguridad (mapa.gob.es)
2.- Intia (Sociedad Pública, adscrita al Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Gobierno de Navarra). Bioseguridad en Explotaciones de Ovino y Caprino.
3.- Actas del XXI Foro Nacional de Ovino’ por la redacción de la revista Tierras-Ovino, a partir de la intervención desarrollada por el profesor Antonio Contreras.
4.- Medidas de Bioseguridad en las explotaciones de pequeños rumiantes españolas. XLII Congreso Nacional y XVIII Internacional de la Sociedad Española de Ovinotecnia y Caprinotecnia (SEOC 2017). Lavilla et al.