El sector agrario español cuenta actualmente con infinidad de organizaciones y asociaciones con diferente perfil y diversos objetivos. Mientras unas son representativas y de carácter horizontal, (que abarcan a prácticamente todos los sectores productivos del campo), otras defienden de forma muy específica un único sector o un eslabón de dicho sector. Por otra parte, también hay organizaciones cuyos fines son meramente económicos o sanitarios, y en otras son más comerciales y de promoción, y por ello abarcan a los diferentes eslabones de la cadena agroralimentaria de un sector.
De este modo, antes de formar o de dirigirse una asociación o colectivo, es importante conocer y definir cuál es su objetivo y a quién representa, ya que el objetivo de la misma es “juntarse para algún fin”.
Organizaciones vinculadas al ovino
Durante la Edad Media, la importancia del ovino, fundamentalmente por la lana, fue una de las razones por las que en aquella época se crearon colectivos muy importantes vinculados a dicha ganadería.
En este sentido, quizás la organización ganadera española más longeva, que todavía hoy perdura en parte de su actividad, es Casa Ganaderos, una institución cuyo origen se remonta a 1218, en época de Jaime I el Conquistador, quien firmó una serie de privilegios sobre jurisdicción y pastos al Justicia de los Ganaderos. Años después, en el reinado de Alfonso X El sabio, (antes de 1273), se creó el Honrado Concejo de la Mesta, institución que agrupaba a los ganaderos de ovejas de Castilla y León y a sus dueños (órdenes militares, iglesias, y la alta nobleza).
Cooperativismo
Posteriormente, otras de las figuras del asociacionismo agrario que también poseen cierta tradición son las cooperativas de agricultores y ganaderos, cuyo inicio puede marcarse hacia la segunda mitad del siglo XIX. Entonces, este tipo de sociedades, cuyo fin era agruparse para conseguir mejores resultados económicos tanto en la adquisición de insumos como en la venta de las producciones, jugó un papel muy importante la doctrina social de la Iglesia Católica. Asimismo, en el primer tercio del siglo XX, junto a las cooperativas agrarias también se crearon las cooperativas de crédito, en ocasión crédito agrícola, que fueron el origen de las actuales cajas rurales.
Otras asociaciones
A raíz de la Ley de libertad sindical de 1977, en España surgieron las organizaciones profesionales agrarias (también conocidas como sindicatos del campo) cuyo objetivo es representar a los agricultores y ganaderos. Dichas organizaciones (conocidas a nivel nacional como ASAJA, COAG y UPA, principalmente) defienden los intereses de agricultores y ganaderos, contando en sus organizaciones con representantes de ovino, vacuno, leche, etc.
Más en el ámbito de la producción ganadera, también hay otras asociaciones de ganaderos denominadas Agrupaciones de Defensa Sanitaria (ADS) cuyo objetivo es cuidar y beneficiar el nivel productivo y sanitario del ganado a través del nivel sanitario-zootécnico de las explotaciones. Para ello, a través de las ADS, los ganaderos establecen programas colectivos de profilaxis, lucha contra enfermedades de los animales, y mejoras de las condiciones higiénicas que les ayudan a mejorar la situación de las granjas.
Otros colectivos se crean con el fin de cuidar, mantener y preservar una determinada raza ganadera, normalmente autóctona y que en ocasiones está en peligro de extinción (debido a que algunos ganaderos apuestan por animales más productivos). La mayoría de estas organizaciones se integran dentro de FEAGAS, la Real Federación Española de Asociaciones de Ganado Selecto, que agrupa a las asociaciones nacionales de criadores de ganado selecto y cuenta también con la colaboración del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Para preservar, en parte, las razas autóctonas y certificar la calidad de los productos derivados de dichas razas, existen las marcas de calidad alimentaria, como las Denominaciones de Origen Protegidas o las Indicaciones Geográficas Protegidas, que certifican el origen, la tradición y el proceso de producción de alimentos como el queso o la carne. Dichas marcas se apoyan en los consejos reguladores, en los que también están representados los ganaderos (en el caso de que el alimento certificado sea de origen animal).
Por otra parte, también existen otro tipo de colectivos como las interprofesionales agroalimentarias, que agrupan, no sólo a los ganaderos (representados a través de las organizaciones profesionales agrarias y las cooperativas) si no también a la industria cárnica. Los cuatro objetivos principales de las interprofesionales son: velar por el adecuado funcionamiento de la cadena alimentaria (productores, industria y comercialización o distribución); mejorar el conocimiento, la eficiencia y la transparencia de los mercados; promover la investigación y el desarrollo y promocionar las producciones alimentarias.
Las organizaciones y asociaciones que pueden formar los ganaderos son muy diferentes, en función de sus necesidades y objetivos, y llevarlos a cabo requiere de diferentes procesos que, según cuál sea el colectivo a crear, están debidamente regulados por la administración competente.
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